Mientras los juzgados realizan su trabajo de investigación, en Madrid sobre la presunta trama de espionaje, quién espiaba a quién, si son reales o falsos los informes, y con qué fin; y en el resto de España las ramificaciones del Caso Boadilla (las relaciones peligrosas entre el empresario Correa y el exalcalde Panero), se ha desatado una guerra mediática cuyo epicentro es, como casi siempre, la intencionalidad del juez Garzón, o dicho de una manera más amplia "quién mueve los hilos de las denuncias y sus posteriores filtraciones y con qué fines".
De Garzón se recuerda estos días que fue candidato político del PSOE. Pero se obvia que, después, metió en la cárcel a un Ministro, un Director General de Seguridad y casi toda la cúpula de Interior, queriendo enchironar hasta al propio Felipe Gonzáles. Ahora se dice que va tras la cabeza de los líderes del PP, pero no olvidemos que Garzón, con grandes aciertos judiciales y sonados fracasos, sólo es rehén de si mismo y de su propio ego. Veremos en esta ocasión qué consigue demostrar. Su prer objetivo de momento, el ruido mediático, ya lo ha conseguido de pleno.
Ante tal envite la dirección del Partido Popular, tanto la regional de Aguirre, como la nacional de Rajoy, ha basado su defensa en señalar, un lado, la peculiar personalidad del juez instructor, y otro y con el fin de acallar rencillas, mostrando una gran foto de familia unida…aunque más de uno habrá acudido a ella a regañadientes.
Es digno de destacar, al fin, el instinto político de la Presidenta Aguirre, que tras unos días de aparente "noqueo" ha resurgido con fuerza en dos aspectos: prero cesando fulminantemente a tres de sus líderes políticos, un consejero, un alcalde y un exalcalde, y asegurando rotundamente que: "En el PP no hay financiación ilegal".
Por otro lado, la Comisión de Investigación de la Asamblea de Madrid sigue su curso, no a gusto de todos, donde se pone la mayoría popular, como suele suceder en estos casos. Pero todo ello da tiempo a Granados, Consejero de Interior, para investigar en el seno de la Seguridad de su departamento y verificar la autenticidad o falsedad de los peritajes y seguientos publicados El País, y saber, al menos quién es quien, o quien es un traidor dentro de sus filas. Quizá tenga elementos incontrolados… tampoco sería extraño, pues ya estamos acostumbrados a ver este tipo de tramas en las cloacas de la inteligencia policial tanto nacional como algunas comunidades.
Mientras todo esto se investiga se pone la prudencia.
Tampoco está de más recordar que, seguos inmersos en un huracán de crisis económica y financiera y en una hemorragia parable de paro. Los dirigentes de todos los grupos políticos deberían de hacer un esfuerzo y contribuir a formar una mesa nacional donde puedan debatirse ideas y soluciones de inmediata aplicación.
Concha Minguela
Directora de Gente en Madrid
http://www.gentedigital.es/blogs/ojocritico/