Se confirma una crisis profunda en el comercio. El últo dato publicado señala un descenso del 5% en volumen y un 9% en valor. El consumo de las familias bajó el 1,5%, el últo trestre, el peor dato desde 1993. En cambio el sector de gran consumo y gran distribución aumentó sus ventas un 3,9% en valor y un 0,2% en volumen el año pasado, según TNS.
Por su parte el valor de los pagados al comercio parte de las familias ha llegado a 21.000 millones, un 80% más que hace un año. Todas las cifras anuncian un año muy duro para el sector comercial. El comercio interior es más de un tercio del PIB del país, y está desesperado mantener, sólo mantener, las ventas.
La crisis ha abierto muchas guerras de competencia, como las de Mercadona y Carrefour, que han retirado cientos de marcas de fabricantes de sus estanterías, para vender sólo las marcas blancas propias. Carrefour ha echado un órdago a la competencia, ha rebajado un 25% del precio de 10.000 artículos, de una vez. En grandes almacenes se ven descuentos inverosímiles, ventas de stock debajo de su valor, incluso hay un gran almacén denunciado vender aceite a precio debajo de coste. La caída de la compra de automóviles, con descenso de ventas del 40% al 50%, mes a mes desde el verano, está llevando a descuentos del 20% y 30% en el precio de venta de algunas marcas, incluyendo el regalo del seguro del automóvil durante el prer año.
El consumidor es más pobre, compra lo prescindible, y el comercio debe ir a el consumidor, no esperar con la tienda abierta. Según ANGED, este año bajará el volumen y facturación del consumo global, pero seguirá habiendo un consumo básico en cifras parecidas a 2008, aunque el consumidor va a reducir significativamente el número de productos habituales de compra. Los que saben dicen que el g tradicional no vale en tiempo de crisis, la filosofía de lo barato arrasa. Así el comercio de barrio, el que vende proxidad, tiende a desaparecer, y las franquicias y tiendas especializadas, que tienen un posicionamiento claro en el mercado, irán a más.
PD: Los grandes almacenes y cadenas de distribución irán a todas, necesitan vender como sea, tienen que mantener altos gastos de estructura y no van a dejar huecos a nadie. Los teóricos dicen que en tiempo de crisis mandan los precios y las ofertas. Lo estamos viendo.
Miguel Cifuentes, periodista