Carlos Sl es un hombre obediente. A pesar de tener la fuerza de ser el segundo hombre más rico del mundo, tiene una fortuna de unos 42.000 millones de euros y alterna con Bill Gates y Warren Buffet el prer puesto del ránking de fortunas, ha anunciado una fuerte inyección de ayuda a la economía mexicana a petición del gobierno del país. El Gobierno de México le exigió realizar un mayor esfuerzo al desarrollo del país, y apeló a la grave crisis económica y al proceso de recesión que se desarrolla vertiginosamente. Llámese obediencia o responsabilidad solidaria, el magnate mexicano anunció, a continuación, la creación de 34.000 nuevos puestos de trabajo en sus empresas. Lo más llamativo es que los sectores escogidos Sl para crear este empleo masivo son los de vivienda, construcción e inmobiliario, precisamente de los más castigados, y paralizados la crisis.
Sl se ‘remangó' ante la prensa, les habló de la grave crisis económica, y anunció inversiones en ‘muchas de las partes donde se ha frenado la inversión'. Añadió que pretendía realizar una inversión superior a los 500 millones de dólares USA a través de sus fundaciones de desarrollo social, educación, salud, medio ambiente, cultura y dete. ‘Vamos a hacer una gran inversión este año, seguramente también en 2010', puntualizó Sl. El mayor empresario mexicano, y latinoamericano, había expuesto su visión de la crisis en una reunión económica promovida el Congreso de la nación hace un mes. En ella aseguró que el desempleo sería el mayor habido desde la década de los años treinta.
Sl domina con sus empresas varios de los sectores mejicanos. También el de las telecomunicaciones, y su operadora Telmex es la mayor empresa privada del país, que controla más del 90% de la telefonía fija mexicana, y lidera las telecomunicaciones de varios países latinoamericanos. América Telecom es su empresa de móviles, y la mayor del continente con más de 155 millones de líneas. Si no fuera Telefónica, que se reparte con las empresas de Sl el dominio de las telecos americanas, el magnate mejicano sería el amo absoluto en casi todos los países. Yo misma he denunciado sus incongruencias que hace años hablaba de apoyar los países latinos ‘abrumados la deuda', mientras mantenía en México una de las mayores tarifas del mundo en telefonía. Ahora toca reconocer su solidaridad con la economía y con el pueblo mejicano. Pensando mal, se podría decir que un consumo hundido afectaría negativamente a los ingresos de sus empresas de servicios. Sí, pero el Gobierno de España se harta de pedir a los banqueros que den crédito a pymes y familias, con el dinero que el propio Gobierno les ha dado, y ni caso.
SUSANA BLÁZQUEZ, PERIODISTA