Los ministros de Finanzas de los países del G20, se han comprometido este fin de semana a atacar la crisis bancaria y seguir pulsando el creciento económico, con medidas concretas para la cumbre del 2 de abril en Londres.
Los acuerdos básicamente son:
- 1) mantener a toda costa la liquidez de los bancos
- 2) que la banca tenga capital suficiente para mantener su solvencia
- 3) resolver de una vez el problema de los activos tóxicos de las entidades financieras.
4) doblar, hasta 520.000 millones, el dinero del FMI para rescatar países con graves problemas.
Ahora falta la letra pequeña de los acuerdos en abril y un compromiso firme y con plazos. Lo que se juega no es fácil de conseguir.
Los 20 países más ricos del mundo, mas las potencias emergentes y algunos invitados (España entre ellos), tienen intereses y prioridades muy distintos, y ponerlos de acuerdo es muy complicado. España y Francia ejemplo, quieren un sistema de control bancario muy duro, USA e Inglaterra no tanto. China e India quieren mantener sus extaciones como prioridad que se juegan el empleo, el control bancario les preocupa menos, y así otros bloques de países…
Por eso el Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, advierte que Estados Unidos no se va a salvar solo, y la Unión Europea tampoco, van a tener que llegar a acuerdos muy serios. Por eso dice que si las dos grandes potencias no hacen ese esfuerzo "no espero grandes cosas de la cumbre de Londres".
El látigo de un Nobel
Krugman sigue criticando que Obama se queda corto en su presupuesto para rescatar la economía americana, aunque no duda de su buena voluntad.
Ahora el premio Nobel ha endurecido su discurso y habla abiertamente de nacionalizar la banca americana. En Estados Unidos se nacionaliza el FDIC (Coración Federal de Seguros de Depósitos) ,cada semana, alguna pequeña entidad financiera. Si se está haciendo con los pequeños, se puede hacer con los grandes, aunque sean del tamaño del Citi o el Bank of America, que no aguantarán las pérdidas, en su opinión.
En España la idea de nacionalización es rechazada a nivel gubernamental el ministro Solbes, pero está cambiando el discurso y diciendo que "habrá algunos (bancos o cajas) que deben dejar de ser jugadores". Aquí será FGD (Fondo de Garantía de Depósitos), quien intervenga entidades y las reflote o liquide, ya se verá. La diferencia respecto a hace unas semanas es que el Gobierno admite ya abiertamente que habrá que meter mano a la banca, que hasta hace un año no veía riesgos, daba crédito a todo trapo, y ahora ha pasado a ver fantasmas todas partes y no da dinero ni a las empresas solventes. Si no cumple su función social, el Gobierno va tener que entrar en el capital de los bancos, y hacer algo más que dar sugerencias.
MIGUEL CIFUENTES
PERIODISTA
