En caso de colisión a tan sólo 30 kilómetros hora, el conductor que no utiliza el cinturón de seguridad ve multiplicado su peso coral 10. El resultado, lesiones graves en cuello, tórax, cabeza y rodillas. A pesar del elevado número de fallecidos que evita este sistemas de seguridad, sólo el 70% de los pasajeros lo utiliza en las plazas traseras. Además, datos de Tráfico demuestran que un 40% de los fallecidos en zona urbana no lo llevaban puesto.
El peligro no se encuentra sólo a altas velocidades. El cinturón de seguridad es también fundamental cuando nos encontramos en una zona urbana donde circulamos a 20 ó 50 kilómetros hora. Una prueba de choque ha demostrado que un choque a 30 kilómetros hora, el conductor que no lleva el correspondiente sistema de seguridad corre el riesgo de sufrir lesiones graves en cuello, tórax, cabeza y rodillas.
Sin embargo, el riesgo es mayor cuando uno de los pasajeros no lleva el cinturón de seguridad. En este caso, el pacto que sufren los ocupantes es de tal magnitud que se aumenta potencialmente la probabilidad de sufrir daños graves e incluso la muerte. Un ejemplo, las pruebas de pacto han demostrado que un ocupante en las plazas traseras sin llevar puesto el cinturón de seguridad al resto de ocupantes son silares a las lesiones producidas la caída desde un segundo piso de altura.
Durante un choque a una velocidad de 30 km/h, la desaceleración multiplica diez el peso coral del pasajero que no lleva puesto el cinturón. En consecuencia, un adulto con un peso medio de 75 kg pactaría con una fuerza de 750 kg, silar al peso de un toro, ocasionándose lesiones muy graves en cuello, tórax, cabeza y rodillas chocar contra el salpicadero, volante y parabrisas, lesiones que se podrían haber evitado llevando el cinturón de seguridad colocado.
Es cierto que los usuarios se han ido concienciando sobre la tancia de llevar el cinturón de seguridad en grandes desplazamientos. Sin embargo, todavía seguos fallando en los recorridos zonas urbanas y en su utilización en los asientos traseros. De hecho, la media es del 70% de utilización en los asientos de atrás frente al 89% de uso en Alemania; el 81% en Francia; el 80% en Suecia o el 82% en Reino Unido.
Así lo demuestra una prueba de CrashTest sobre los efectos de no utilizar el cinturón en entornos urbanos. Además, el Real Automóvil Club de España (RACE) advierte sobre el poder de prescripción que tiene el conductor a la hora de utilizar el cinturón parte del resto de ocupantes del vehículo.
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