La Ley General Audiovisual se está quedando vacía de contenidos. El Gobierno ha tomado la carrerilla del Real Decreto, y no para. Así, decretazo va, decretazo viene, está sacando adelante su política audiovisual a cuentagotas y pactando puntualmente con grupos minoritarios. Lo peor es que margina una discusión en profundidad en el Congreso, que es lo que requiere una legislación de tal calado. La Ley General Audiovisual es como la bestia negra a la que todos temen, y eso la retrasan desde hace quince años. Ningún gobierno quiere toparse con la televisión.
Ayer se reunió el Consejo Asesor de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información con una orden del día de vértigo. A saber: Real Decreto para asignar los múltiples digitales a la TDT tras el cese de emisión de las analógicas, Real Decreto para la prestación del servicio TDT de alta definición, modificación del Plan Técnico de radio digital, Real Decreto para la TDT de pago, Real Decreto de la televisión de proxidad sin áno de lucro, Orden Ministerial para regular la prestación de comunicaciones móviles en aviones, y demás cosas.
Y todo, diez días antes de que el Congreso cese su actividad. Ya puestos, que lo saquen la vía de urgencia para que no decaiga la marcha, y se lo comuniquen al Congreso para su convalidación (es obligatorio). Incluso podrían aprobarlo en el prer Consejo de Ministros que haya tras el cierre veraniego de las Cortes. Así, los enviarían a la Diputación Permanente, miniparlamento veraniego al que apenas se presta atención, con lo que el Gobierno seguiría saliéndose con la suya sin grandes titulares de prensa. Esto no se han atrevido a hacerlo, ni los presidentes con mayoría absoluta de la democracia, pero ZP es muy audaz incluso en minoría.
PD: veo en el Real Decreto para TDT de pago que solo podrán dar tal servicio las cadenas que sean estatales y tengan más de un canal. Al resto, que las den. Anda, La Sexta entra en esta definición.
SUSANA BLÁZQUEZ, PERIODISTA