En la Tierra a miércoles, diciembre 25, 2024

TENDENCIAS DEL NUEVO PARADIGMA MEDIÁTICO

La convergencia de la crisis económica global con un declive estructural, está dañando muy rápidamente a los medios de comunicación tradicionales, la prensa y la TV, especialmente. Es un moviento de vanguardia, concentrado en los países más ricos y avanzados. Y es también el anuncio de un cambio de muy profunda envergadura en este oficio del periodismo. Nadie sabe cómo y cuándo nacerá ese futuro anunciado, pero empiezan a delinearse algunas luces.

Las “gazzettas” de la República veneciana, preras noticias manuscritas, tienen varios siglos, pero los periódicos como centros de comunicación de masas apenas tienen algo más de 150 años. La televisión tiene algo más de 60 años. La creación del lenguaje propio de Intet acaba de cumplir 20 años, pero navegar la Red no fue posible hasta algún año más tarde. Llevo 40 años dedicado profesionalmente al periodismo, he dictado enca del hombro del linotipista que componía con plomo las palabras y me encanta participar en la mayor revolución en la historia del trabajo de informar. La era digital nos obliga a reinventarnos y a mí se me antoja una tarea apasionante. Vayamos partes.

La crisis de la prensa no es global. De hecho, la lectura de diarios está creciendo sensiblemente en el globo. El año pasado, la difusión de diarios de pago en el mundo aumentó el 1,3% y el 8,8% en los últos cinco años, según la Asociación Mundial de Diarios (AMF). Pero este creciento viene de los países emergentes, especialmente China e India. De hecho, son más lo que cada día leen un diario (39% de la población mundial) que lo que se conectan a Intet, según publica la revista “Dinero” en su últo número de junio.

Pero la caída de los grandes rotativos de calidad en los países avanzados es apabullante. El “New York Tes”, la “Vieja Dama” prototipo mundial de la prensa todopoderosa e independiente, con 1.300 periodistas bien pagados en nómina y todos los premios posibles en su fachada, perdió 74,4 millones de dólares sólo en el prer trestre de este año. El extraordinario éxito de su Web, con más de 20 millones de visitantes únicos al mes, no logra generar más que el 12% de la facturación total del diario. El “Washington Post” ha perdido 53,8 millones de dólares en el mismo periodo. Los datos de EEUU son de escalofrío: la tasa de lectores de diarios ha pasado del 58% de la población al 34% desde 1994.

Otro mito, “Le Monde”, perdió el año pasado 43,7 millones de euros, tras varias recapitalizaciones pérdidas acumuladas. Tampoco le salva el hecho de ser el sitio de información en francés más frecuentado del mundo. Un lector de un diario en papel ata entre 20 y 60 euros al año, mientras que un internauta genera entre uno y dos euros.

En España, “El País” aún gana dinero, pero ha perdido el 16,5% de su difusión en un año y el 36,3% de su facturación publicitaria. Es solo un ejemplo. La profesión está siendo laminada: en sólo unos meses, se han despedido en España 2.225 periodistas, según el Observatorio de la Crisis creado la FAPE.

Está claro que no estamos ante un problema coyuntural sino de supervivencia. Reinventarse o morir. Nadie tiene la fórmula, pero ya hay varias tendencias que señalan caminos.

EL MODELO “FREEMIUM”.

A la vista de tan desastrosos resultados, lo editores están volviendo la vista con desesperación al pago de contenidos, que muchos consideran una piedra angular del nuevo modelo. Los micropagos es el nuevo “mantra” de moda. Se habla cada vez más de micropagos a través del móvil, vía SMS, en la factura del operador de telecos, como el método menos arriesgado. Pero no es tan fácil. Lo que se ha puesto hasta ahora es el sistema que se ha dado en llamar “freemium”, que combina la libertad para el internauta corriente con el pago para los clientes más voraces. Las Webs de pago no son tales, como saben bien los internautas: basta con abrir el artículo desde el enlace de un buscador. Con esa tolerancia, perfectamente asumida los editores para sumar visitantes, “Wall Street Journal Online” ha aumentado un 160% su tráfico. Otros grandes diarios permiten leer contenidos de pago hasta un determinado número de artículos, lo que puede esquivarse con diversos trucos. O sea, verdaderas barreras, las mínas…o lo pagas.

A más largo plazo, muchos expertos coinciden que los internautas estarán dispuestos a pagar contenidos verdaderamente atractivos y de calidad. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones pronostica que en 15 años habrá 20 millones de abonados a banda ancha en España y unos ocho millones pagarán contenidos Premium a través de diversas redes. Hay un consenso claro en que el futuro estará dominado la convergencia de las operadoras de Intet con la industria de la información y el entreteniento.

MEDIOS MULTIPLATAFORMA.

Un camino claro que ya se está transitando es la conversión de las editoras de información a medios multiplataforma, dando a cada una de ellas la forma y la comercialización más adecuada. La información de declinará en profundidad: la noticia será una “commodity” sin coste, alertas en el móvil. Luego se desarrolla en Intet, con links para navegar sus diferentes aristas e interpretaciones. Por últo, los especialistas harán sus análisis de valor añadido, para leerse tal vez en papel o más bien en dispositivos electrónicos, pantallas flexibles y versátiles.

El presidente de Google, Eric Schmidt, ha admitido que está trabajando con el “Washington Post” y otros diarios para crear soluciones tecnológicas que permitan al público acceder de manera cómoda y rápida a la información que quieren en todo momento. Facilitar herramientas que permitan mejorar la valoración de los contenidos que el destinatario precise, sin crear barreras que no sean prescindibles y apostando siempre contenidos profundos y sólidos.

NICHOS Y PUBLICIDAD SEGMENTADA.

El valor está en el dominio de un nicho, aseguran los expertos en publicidad, que ven con preocupación cómo las tarifas en Intet se reducen sin cesar. Las publicaciones ultraespecializadas y las hiperlocales tienen un gran futuro, coinciden. En medio de la “mermelada informativa” que es hoy día la Red, al decir de Humberto Eco, los editores de prensa de calidad son la espina dorsal de la confianza. Esa vital confianza debe ser explotada varias vías. El comercio Intet se cita frecuentemente. Las publicaciones de prestigio deben ofrecer libros, viajes y vinos, señalan, segmentando en nichos sus audiencias.

Es necesario llegar al “diario personalizado”. El lector marcará sus preferencias, que se irán afinando con el uso cotidiano de sus instrumentos. Recibirá a la hora que determine su periódico y lo prirá en su casa.

RACIONALIZAR LAS REDACCIONES.

Racionalizar las redacciones no es vaciarlas. Se trata de adecuarlas a los nuevos modelos. Pero las grandes redacciones multitudinarias están girando el sumidero de la historia, se corresponden con las cheneas de la era industrial. La búsqueda y el cultivo del talento será más crítico que nunca, pues la calidad y la especialización mandan. Aquellos que pierdan calidad elinar costes se convertirán en zombis. Los periodistas deberán también reciclarse, que las “newsrooms” serán multiplataforma y estarán unificadas. El Comité de Reinvención de la Redacción del “NYT” está haciendo innovaciones valientes. Su “Sala de Invenciones” intenta formar a jefes y redactores en la próxa generación de aparatos electrónicos para “subir” información desde cualquier parte y recibirla. En lugar de recortar el 60% de gastos para ver cómo se reduce el 80% de los ingresos, de correr con la lengua fuera tras un futuro apocalíptico, hay que ponerse a la cabeza del fenómeno, crear el futuro.

Miguel Ormaetxea, periodista

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