En la Tierra a martes, noviembre 19, 2024

DIEZ AÑOS ATRÁS

 

Parece que fue ayer cuando usted instaló el conocido Messenger en su ordenador. Hace ya diez años de aquellos barros y ahora vienen los lodos. Nadie, que quepa en este siglo de comunicaciones se podría preguntar cómo es posible vivir sin enviarle a alguien un correo, sin saber de sus amigos el chat o sin el ya famoso, móvil. Las agendas electrónicas, los ipods de música y los diversos considerandos que tendríamos que hacer en estas vacaciones, sería, haciendo un esfuerzo muy, pero que muy grande, dejarlos en un cajón con vistas a no estar comunicado nada más que con el de al lado.

 

Intente relajarse en su modus vivendi, aquel que haya escogido después de once meses para inaugurar en su existencia una convivencia amable con el prójo. No se lleve el notebook a la playa ni ande con el colgajo de su celular el paseo maríto. Quizá recuerde que alguna vez, no hace más de diez años, era capaz de mantener una conversación agridulce con el vecino, algo más que amable con su futura novia y algo mejor con el de al lado. Hoy el muñequito del Messenger se ve relegado a las nuevas opciones; las redes sociales, y con ellas, otra nueva forma de considerar a sus amigos, relativos, amantes, andantes y algún otro despistao..

 

Hace también algo más de diez años cuando ese monstruo llamado Intet le invitaba a usted a hacer “streaming”. Yo no sé cómo hacíamos antes cuando no hablábamos con semejantes palabros. Eso del streaming, para el que no me siga, es el consumo de música o vídeo directamente, vamos las famosas bajadas, que no son de pantalones como en el siglo XX, pero traducen un vocablo anglosajón de nuevo y llama de una forma cariñosa al mangue del copyright, “download” que traducido al cristiano significa, bajar y cargar…”hala, todo para dentro”.

 

Ahora la gente se descuelga de tiendas on line, no se mueve de casa para hacer la compra y decirle al carnicero cómo tiene el lomo bajo y puede, además de hacerse con acopio de bienes de consumo, con música gracias a los Itunes, que no son atunes con a, con tonos de Intet, traducido de nuevo a la lengua de Cervantes. Estos son ya el mayor proveedor de música de los Estados de Obama y eso supone que algo más de 17 millones de personas han dejado de comprar el famoso cedé, CD para los amigos. El disco digital todavía se resiste al cambio y permanece en el listado de lo más usado aquello de las famosas bajadas.

 

Existe un estudio en el que se evalúan estos diez últos años de consumo musical en Intet (más o menos desde la famosa aparición de Napster hasta hoy). En aquel entonces hubo un pacto de las redes de intercambio de archivos y se provocó la mayor dispersión de contenidos musicales de la historia y cierto, a nuevas formas de consumo musical. Si bien las formas tradicionales están disminuyendo, las ventas digitales siguen creciendo y haciéndose cada vez más populares. La música gratuita en la red, ha contribuido a popularizar la cultura musical en todos los sentidos de la palabra.

 

Para que los libros no se queden atrás, después del invento de Amazon, ahora Bas & Noble, han lanzado una tienda virtual de libros electrónicos. La mayor cadena de librerías del mundo se lanza a las nuevas tecnologías para competir con los que deciden comprar en su casa.
Microsoft baja los precios. En España, algunas versiones de Windows 7 costarán un 20% menos que las silares de Vista. Las rebajas serán más tantes en países en desarrollo. La empresa quiere combatir la piratería y la competencia que suponen los programas gratuitos. Total na. Si se dan cuenta, llevo algo más de un rato escribiendo palabros que me hacen estar en el “candelero” de la tecnología y sin ella, sé que no tendría éxito en mi trabajo. Incore un notebook a su vida, arranque el pecé, bájese cosas, hable el chat, llame el móvil, deje siempre el Messenger abierto y así, con un poco de suerte, usted y sus dedos, estarán en el reino de los cielos. De no ser así, se tendrá que conformar con otra caja tonta y podrá ver a Paquirrín en su segunda salida a la plaza. La prera no estuvo mal, cortó una oreja, pitos en el segundo y ovación en el tercero….Si su padre levantara la cabeza.

 

“Buenas noches. Me llamo Francisco Rivera Pantoja; otros me conoceréis como Kiko, otros como Paquirrín y otros como el vago de los cojones que se enrolla con tías de tetas grandes”. Y así nos luce el pelo…

 

Ana de Luis Otero
Periodista

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