El sobreseiento del Francisco Camps hecho público ayer, ha sentado como una bomba de relojería en la alta cúpula de El País. Y es lógico ya que Juan Luis Cebrián y Javier Moreno se habían tomado las investigaciones como una causa personal y su llave para ingresar al Olpo del periodismo. El problema es que uno de sus pilares fundamentales la trama valenciana ha quedado de momento exculpada la Justicia.
Las caras de los redactores jefes de El País y de los directivos de Prisa eran un poema tras conocer que Camps era liberado de toda sospecha el Tribunal Superior de Justicia de Valencia. Y es que Prisa con El País a la cabeza y secundados Cuatro y La Ser ha puesto toda su credibilidad, prestigio y recursos, en una cruzada que comienza a caerse como un castillo de naipes. Y es que con Camps fuera de las acusaciones, una parte tante de sus ‘investigaciones’ han quedado en tela de juicio.
Prisa ha jugado toda su baraja a que Camps fuera inculpado y para ello no ha dudado en hacer del asunto de los trajes una cuestión de Estado durante los últos meses. Como ya os hemos contado desde estas páginas, el propio Juan Luis Cebrián asumía la causa como un asunto personal. ¿Y qué? Porque en ella veía la mejor manera de dar un espolonazo al Partido Popular y pagar algunas cuentas pendientes con el PSOE, además de cubrirse de gloria periodística con su particular Watergate, algo necesario en momentos de crisis de ventas y de caída del papel.
El problema es que a diferencia de la investigación de Carl Bernstein y Bob Woodward, o de las realizadas contra el PSOE El Mundo en la época de Felipe González (GAL, corrupción, Roldán, etc…), esta vez parece que no habrá culpables. La trama valenciana y Camps y Rita Barberá (más bien sus bolsos), eran piezas clave para demostrar la validez de las informaciones de Prisa. Ahora y a falta de lo que diga el Supremo sólo queda la ‘trama madrileña’, donde Luis Bárcenas es el actor principal y el único frente de disputa en el que El País puede seguir luchando.
No obstante, esta mañana en su editorial intenta dar los últos coletazos indicando que ‘la resolución avala una doctrina sorprendente, si no escandalosa: que las autoridades pueden aceptar regalos valorados en miles de euros (trajes, relojes, pulseras, bolsos) parte de empresas que contratan con las administraciones donde gobiernan esos políticos, siempre y cuando los beneficiados no participen en los distintos procesos de adjudicación’.
Y concluyen sugiriendo que Mariano Rajoy ‘debería reservar para mejor ocasión su euforia de ayer: ‘Ha ganado la justicia, el sentido común y los vendedores de tila’, dijo. A no ser que el líder del PP considere digno de euforia que el vestuario de uno de sus presidentes autonómicos esté financiado los cabecillas de una presunta trama de corrupción. No obstante, tras la resolución del Tribunal valenciano, nada volverá a ser lo mismo… Y ojo que el diario de Prisa tiene una serie de denuncias sobre la mesa las famosas filtraciones del caso…Veremos qué pasa…
Seguiremos Informando…