24/09/09 HONDURAS 501 SUSCRIPTORES El regreso del depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, al país ha resucitado las amenazas y restricciones hacia la prensa internacional y nacional que se pusieron con el golpe de Estado del pasado mes de junio. Organizaciones como Reteros Sin Fronteros y la Sociedad Interamericana de Prensa ya se han manifestado ante la censura puesta Micheletti.
Honduras vuelve a estar en el ojo del huracán desde que, tras tres meses fuera de la patria, el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, regresara al país. Tal y como sucedió en junio, cuando tuvo lugar el golpe de estado, la prensa se perfila como el principal punto blanco del gobierno de facto. Según ha manifestado Reteros Sin Fronteras, la noticia del regreso así como el llamamiento del derrocado presidente al ejército para que ‘dirija sus fusiles contra los enemigos del pueblo’ ha provocado el endureciento del gobierno de facto. Inmediatamente se ha decretado el toque de queda.
Desde la organización añaden que desde el comienzo de las manifestaciones los militares han intentado mantener a la prensa internacional al margen, y han hecho de todo para poner el silencio a los escasos medios de comunicación independientes que todavía permanecen activos en el país. ‘Es inaceptable la losa que cubre los aconteciento de Honduras, y condenamos el empeño del gobierno de facto en silenciar una situación muy grave.
Ante esta situación, la ONG pide al gobierno constituido garantizar los derechos de los ciudadanos, y en particular el derecho a la libertad de expresión y de circular libremente. La comunidad internacional, privada de información, ni siquiera puede conocer el número de heridos y personas detenidas como consecuencia de la operación militar’. Todo el barrio de la Embajada del Brasil, donde están refugiados Manuel Zelaya y su esposa desde el 21 de septiembre, ha quedado militarizado con el fin de ‘lpiar la zona’ de manifestantes y periodistas, según los términos empleados un oficial de policía. Se han desalojado los medios internacionales, y entre ellos las agencias internacionales tales como Reuters y Associated Press (AP).
Asismo, el gobierno de Roberto Micheletti ha amordazado la prensa nacional, concretamente Canal 36 y Radio Globo, ambos favorables al regreso de Zelaya. Según Esdras Amado López, director del Canal 36, la cadena no emite desde el 22 de septiembre, a causa de un corte de energía eléctrica. Radio Globo, único medio que transmitió en directo la llegada de Manuel Zelaya a Tegucigalpa, también ha denunciado numerosas interrupciones en su programación. Según ambos medios, el objetivo es pedir la cobertura de la represión y la expulsión de los manifestantes reunidos en torno a la embajada. Y es que según ha declarado la agencia EFE, el mandatario de Honduras ve la cobertura del regreso de Zelaya como un acto de ‘terrorismo mediático’, lo que los periodistas que informaron del aconteciento serían citados ante los tribunales.
De la misma manera, la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP) ha criticado y lamentado la pésa situación que vive el ejercicio de la libertad de expresión del país. Y es que las amenazas y los cierres a los medios mencionados han expandido el miedo a otras emisoras como Radio Progreso, quienes han declarado que no transmiten los hechos actuales temor a sufrir represalias de parte de las autoridades. Desde esta asociación reclaman que se respete la libertad de prensa y la integridad de los periodistas y de los medios de comunicación de Honduras para garantizar el derecho del público a recibir información sin restricciones ni censura.
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