A la tercera ha ido la vencida. Tras ser derrotada Munich para los Juegos de 1972 y, más recientemente, Londres para la edición de 2012, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha confiado en Madrid. La capital española organizará la cita de 2016, rompiéndose de esta forma una norma no escrita según la cual se establece la rotación de continentes. Alguna vez tenía que ser: ha sido ahora.
Madrid se ha puesto en el mano a mano final a la candidatura de Río de Janeiro. Antes, en la prera votación, quedó fuera de la liza la ciudad de Chicago y, a continuación, fue elinada Tokio. Fue la antesala agónica del anuncio oficial, realizado el presidente del COI, el cirujano belga de 67 años Jacques Rogge, sucesor del gran Juan Antonio Samaranch.
La euforia de la delegación madrileña, con los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía a la cabeza, que ha defendido la suerte de la capital en el Palacio de Exposiciones Bella de Copenhague sboliza el sentir de los españoles, favorables en su inmensa mayoría a que Madrid sea sede olímpica. De hecho, las encuestas del propio COI y de Madrid 2016 otorgan entre un 86,7% y un 93% de apoyo popular a la candidatura española, la cifra más alta conseguida las ciudades aspirantes, a saber Chicago, Río de Janeiro y Tokio.
Dicho respaldo popular, reforzado con el institucional, expresado la Casa Real y el Gobierno central pero también la Comunidad de Madrid o el Comité Olímpico Español, es uno de los puntos fuertes de la candidatura y se pudo apreciar hace bien poco, el pasado domingo, con ocasión del Día de la Corazonada en la plaza de Cibeles, a la que acudieron entre 100.000 y 500.000 personas, según diferentes medios. Hoy, en cantidad menor pero con idéntico entusiasmo, se han acercado muchos madrileños a la Plaza de Oriente, donde han vibrado con el resultado de la votación.
Ahora viene lo más difícil: preparar los que se pretenden sean los mejores Juegos de la Historia, superando la cota establecida los de Barcelona 1992, los únicos que hasta la fecha se han celebrado en España. En breve se constituirá el Comité Organizador, en el que se transformará la oficina de la candidatura y en el que estarán presentes todas las instituciones.
Madrid organizará los Juegos entre el 5 y el 21 de agosto de 2016, a los que seguirán los Paralímpicos entre el 9 y el 20 de septiembre del mismo año. Bajo el eslogan ‘Sentir la experiencia. Está en tus manos’, las competiciones se desarrollarán en dos zonas: la Núcleo y la Río.
En la prera de ellas estará situado el Estadio Olímpico, más conocido como ‘La Peineta’, futura sede del Atlético de Madrid y con capacidad para 70.000 espectadores. Además de este recinto detivo, habría en esta área 13 sedes, en las que se jugarían 18 detes, además de la Villa Olímpica y el Centro Internacional de Radio y Televisión (IBC) y el de prensa (MPC). Por otro lado, en la Zona Río, se encontrarían 10 sedes y 12 detes, entre ellas el Hipódromo de La Zarzuela, el Club de Campo, la Casa de Campo, la Caja Mágica y el Telefónica Arena, entre otras.
Además, el estadio Santiago Bernabéu acogería el fútbol, el balonmano se jugaría en el Palacio de los Detes de la Comunidad de Madrid, Paracuellos del Jarama albergaría el tiro olímpico y La Gavia, el piragüismo. Fuera de Madrid, la vela sería en Valencia y la fase prelinar de fútbol se repartiría entre Córdoba, Mérida, Barcelona (Olímpico de Montjuïc), Málaga y Palma de Mallorca.
El presupuesto de los Juegos madrileños superará los 2.000 millones de euros, cantidad que se recuperaría en su mayor parte merced a los ingresos en concepto de patrocinadores locales, proveedores oficiales, entradas, licencias, loterías y, sobre todo, la venta de los derechos televisivos. Para las fases de ciudad aspirante y candidata se ha dispuesto de un presupuesto de 27 millones de euros, atados patrocinadores.
Madrid se presenta al mundo, pues, como una ciudad que puede organizar con solvencia el mayor evento que tiene lugar en el planeta, en el que participan más de 10.000 atletas y se dan cita cientos de miles de personas entre sponsors, periodistas, directivos detivos y visitantes.
Para todos ellos, se ha dispuesto de modernas infraestructuras detivas, de las que el 77% ya están construidas o en avanzado estado de edificación razón la que la opción española era la más segura en una época de crisis económica, así como casi 80.000 plazas hoteleras, la mitad de ellas en hoteles de cuatro y cinco estrellas.
La seguridad también es un capítulo tante en los Juegos. El dispositivo de Madrid 2016 estará formado casi 80.000 efectivos desplegados en la región, entre policías (19.400), guardias civiles (15.600), personal del Ministerio de Defensa (6.400), policía municipal (12.000), servicios de emergencia (1.700) y seguridad privada (23.300). La candidatura fichó en las semanas previas a la elección al mismo experto que lideró la seguridad en Atenas 2004 y Pekín 2008, el cual trabajará codo con codo con la futura Comisión Superior de Seguridad Olímpica, que estará presidida el ministro del Interior.
En resumidas cuentas, todo un reto aguarda a Madrid 2016, cuyo sueño olímpico, fraguado desde que en 2000 expresara el deseo de organizar los Juegos el entonces alcalde, José María Álvarez del Manzano, echa a andar ahora con inmejorables expectativas. Hoy toca disfrutar, pero a partir de mañana habrá que trabajar duro. La meta está ya un poco más cerca: a sólo siete años vista.
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