Los periódicos digitales están a punto de dar el salto hacia el pago. Desde que Rupert Murdoch anunciará que cobraría sus contenidos online a partir del año próxo ha habido tantos defensores como detractores de esta estrategia. London Tes acaba de anunciar que cobrará el acceso a su web. En España los grandes diarios nacionales también parecen tantear la idea y ya hay un medio nativo el de Arcadi Espada que se ha apuntado abiertamente a la idea.
Unidad Editorial parece tener cada vez más claro que el pago contenidos online es el futuro de estos medios. Hoy publica un estudio de Boston Consulting Group en el que se recoge que en España el 52% de los internautas pagarían contenidos ‘premium de calidad’ sobre asuntos de actualidad. La segunda oferta la que pagarían los lectores españoles son los retajes de investigación (46%), la tercera las noticias locales (45%) y la cuarta una selección de noticias personalizadas (41%). Según el mismo estudio, son las ediciones digitales de los periódicos nacionales la prera opción entre los lectores. En España, un 45% de los encuestados elige estos medios.
El modelo mixto, con el acceso a algunos contenidos de forma abierta y a otros previo pago, parece ser la opción preferida los editores españoles. En el caso de Vocento, Manuel Erice, subdirector de Intet de ABC, dijo durante la presentación de la hemeroteca virtual del diario que ‘ cualquier contenido de calidad, exclusivo, hay que plantearse el cobro. Otra cosa es el cómo’. Precisamente el cómo es uno de los principales problemas que se encuentra Mario Tascón, consejero de Dixedia (lainformación.com), a la hora de plantar el pago. Tascón explica que restringir el acceso supone una tante inversión y además piensa que vender información es complicado cuando hay tantos medios silares que ofrecen lo mismo.
Incluso se da el caso de medios que nacerán directamente siendo de pago, como es el caso del nuevo diario digital que está preparando Arcadi Espada, llamado Factual. El mediode nueva creación ha montado una campaña viral en la que abiertamente anuncian que cobrarán sus noticias. El propio Espada ha señalado a algunos medios que su apuesta busca un público inferior al del los grande medios en Intet pero fiel, que además sea atractivo para los anunciantes y que entregue ingresos extras al periódico, esos que no han crecido de la mano de los índices de lectores.
Precisamente en lo que coinciden los editores es que la migración de los anunciantes a los medios digitales está siendo más lenta que la de la audiencia, y es eso que algunos se plantean el pago pese a que eso suponga perder lectores. Los ejecutivos de News International se aventuran a decir que no les ta perder hasta un 90% de los visitantes con tal de quedarse con un público minoritario pero fiel y definido para sus anunciantes. Acordes con esta línea, siete de cada diez editores británicos se plantea cobrar sus contenidos según una encuesta de la Asociación de Editores Online, publicada ayer y que representa a 28 empresas de comunicación británicas entre las que se encuentran las editoras del Financial Tes, el Mirror, el Daily Telegraph y News International.
Pero no todos lo tienen tan claro. Prisa recela, después de la mala experiencia de elpais.com. Juan Luis Cebrián dijo que en el caso de Intet, había que utilizar el sistema de prueba y error, sin dejar claro si creía en el pago contenidos online o no. Otro ejemplo que se desmarca del cobro, al menos de momento, es el de Xornal de Galicia. Siendo xornal.com un medio con más trayectoria que su diario escrito Xornal de Galcia, esta empresa apuesta publicar sus exclusivas prero en el papel y luego en la red para incentivar que la gente compre el diario, en vez de cobrar esas estas noticias en la red.
En cualquier caso, ni el pago, ni la gratuidad absoluta garantizan la viabilidad de un medio digital. En el últo año han desaparecido dos medios gratuitos Soitu y ADN.es, falta de ingresos publicitarios y la escasa viabilidad del proyecto. Del mismo modo, la única experiencia de pago seria en España fue la de elpais.com y también fracasó, tanto a nivel de lectores, como de anunciantes y de ingresos.
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