prexclusivo La contaminación visual pide ver las estrellas. Por ello, Manihi, un atolón de Tahití, es uno de los lugares más adecuados para los aficionados a la astronomía. El lugar, conocido como la Isla de las perlas, dispone de un magnífico hotel de lujo, el Manihi Pearl Beach Resort, de de cinco estrellas, que incluye entre sus actividades semanales una excursión guiada una gran conocedora de las constelaciones del hemisferio sur, Celine Kiihapaa.
Durante una hora, Celine ayuda a desentrañar los secretos del firmamento y encontrar estrellas de evocadores nombres como Cruz del Sur, Vega, Castor, Pollux…
Esta relajante experiencia tiene lugar en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Manihi, que no tiene actividad nocturna y garantiza uno de los mejores punto de observación de la zona.
A poco más de una hora de vuelo de Tahití, los atolones del archipiélago de Tuamotu son un mundo aparte, promontorios de coral coronados palmeras y arbustos de un verde vibrante, con lagunas marinas interiores que en ocasiones parecen mares, su extensión. Los atolones más tantes ofrecen una variedad de alojamientos y actividades como dar de comer a los tiburones, travesías en yate, pesca en alta mar y, sobre todo, los mejores ‘spots’ para la práctica del submarinismo.
Cada uno tiene alguna faceta singular que le distingue de los demás: Manihi apenas tiene 1.000 habitantes, y es conocida que aquí se fundó la prera granja de perlas negras del archipiélago. Los turistas pueden visitarlas, conocer el laborioso proceso de producción y elegir in situ uno de los recuerdos más valiosos del viaje.
Más información en www.tahititourisme.es / www.pearlresorts.com