El número de fallecidos en las carreteras españolas se está reduciendo de una manera destacada. Sin embargo, esta disminución no es tan recalcada en el caso de los atropellos en ciudades. Ante este hecho, la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Federación Española de Municipios y Provincias firmarán un convenio para incluir una ordenanza municipal común la que se fijaría que el 80% de las calles de las ciudades estén restringidas a una velocidad máxa de 30 kilómetros hora.
Por ejemplo, durante el año pasado se produjeron un total de 49 mil accidentes, 634 muertos y 5 mil heridos en ciudades. Una medida para reducir esta siniestralidad sería la litación a 30 km/h de la velocidad máxa en algunas calles de las ciudades, que podrían llegar a ser el 80% de las vías. Así se ha dado a conocer durante el prer ‘Encuentro de Ciudades para la Seguridad Vial’ que se está desarrollando en Gijón. La directora del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de Tráfico, Ana Ferrer, ha sido la encargada de analizar las propuestas de la DGT para reducir esta siniestralidad.
Tráfico apuesta que los ayuntamientos se involucren en este objetivo: reducir los accidentes de tráfico y, más concretamente, los atropellos. Para ello es necesario realizar algunas medidas urbanísticas como sería el caso de elevar el número de zonas 30, es decir, calles litadas a 30 kilómetros hora. Igualmente apuestan elevar determinados cruces o pasos de peatones, señalizar estas zonas de forma destacada y que los ayuntamientos se comprometan a enviar a Tráfico los datos de accidentes y de pérdidas de puntos…
Según el especialista Andrés Monzón, la posibilidad de sobrevivir a un accidente cuando se circula a esa velocidad son muchas. De hecho, también existe la posibilidad incluso de evitar el atropello. Hay que destacar que la mayoría de estos accidentes se producen precisamente en aquellas vías donde los peatones se confían la escasa circulación de coches y que vienen a representar el 80% de las calles de las ciudades. Ante estos datos, Ana Ferrer ha destacado que la calle ‘no es para el vehículo que va transitando, sino de los ciudadanos, de los peatones, de los que andan’.
Por últo, se ha destacado que los niños y ancianos son el colectivo más vulnerable. El sple hecho de llevar un reflectante puede hacer que seamos percibidos incluso a una distancia de 150 metros.
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