La Señora González Sinde ha liado dos “trifostios” de mil pares de narices en menos de una semana. Por una parte, ha soliviantado a la “nación internauta” sus decires de “intervengo y cierro” contra los pobres de solemnidad que se bajan “cosas” de la red provocando la rebelión masiva de los internautas, que han obligado a Zapatero a rectificar sobre la marcha y decir digo donde su Ministra había dicho Diego. La metida de pata ha sido tan monumental, que ha recargado a la oposición de contundentes razones para pedir su cese inmediato, error de manual político, ya que eso suele traducirse en reafirmación en el cargo, caiga lo que caiga. La segunda metida de pata ha sido con “la nación catalana” el “Abra Palabra” cometido con nocturnidad y alevosía contra el legado fotográfico del gran Agustí Centelles, el fotógrafo que con Capa ha rescatado para la posteridad las mejores ágenes de la guerra civil. La acción ha sido tan fea, que no solo ha provocado la indignación del Conseller “estrella” de la Generalitat de Catalunya, que ha hablado de venganza, sino que además ha dejado en muy mal lugar a sus compañeros del PSC, que ya bastantes cargas sotan culpa de los errores de sus “hermanos” del PSOE. Total, que a la Señora Sinde le viene ancho el cargo y estrecho el futuro. O sea, que se vuelva al lugar del que vino en el momento en que el Presidente que la nombró haga su próxa crisis de Gobierno.
