Quiero que recuerden un momento cuántas veces han pensado aquella frase que decía Escarlata O´Hara a lo largo de este año; “ya lo pensaré mañana”. Supongo que muchas, que llegado el siglo XXI y el final del año noveno, no sabemos y no podemos prever qué cosas debemos decidir y qué cosas tendrán lugar en la mayoría de los casos en esta España nuestra. En estas situaciones los españoles nos encontramos perdidos y todos creemos que posiblemente todo cambiará cuando cambie el viento. Cuando llegue otro año, cuando cambie de trabajo, cuando tenga trabajo. Cada uno de nosotros se siente perdido la mayor parte del tiempo en este prer mundo que nada tiene que envidiar a nadie. Todos van a comenzar la navidad con la paz que trae estar con los seres queridos y el resto, se acordarán de esas personas que ya no están. En ese sentido, cuántas son las personas que están y a las que no volvemos a hablar más. Un hermano, un vecino, un amigo que está y al que no vemos que, ya lo pensaremos mañana.
En esa película, podemos ver, a pesar de la vida, que lo que el viento se llevó nunca más vuelve. Por ello, tenemos que aprovecharnos de los momentos breves en los que disfrutamos de la felicidad que nos ha sido concedida. José Luis, que resulta que además de presidente es poeta, ha ganado muchos puntos desde ayer. Le dice al mundo y al cambio clático que la tierra le pertenece al viento. Como se lleve el viento a su España, la nuestra, lo tenemos claro.
Y si recordamos alguna vez la canción del genio Bob Dylan, “La respuesta está en el viento”, nada tiene que envidiarle a José Luis. Escrita hace más de treinta años, él también entonces pensaba que la respuesta estaría en el viento, que si no, ¿dónde?
Ahora, cuando usted salga esta mañana a la cola del paro y le dé ese airecillo que caracteriza al final del otoño y esté a menos dos grados, notará que la tierra es del viento. Cuando llegue al mercado y apenas tenga cinco euros para dar de comer a cinco personas, pensará como Escarlata y dirá la frase de José Luis, pero no cambiará mucho ese billete, eso sí, se lo llevará el viento. Cuando sepa que llega a pagar el recibo de la hipoteca y no puede afrontarlo o ni siquiera puede pedir un crédito y no se lo dan que es autónomo, siga pensando que la respuesta está en el viento. Y entonces, y solamente entonces, póngase a creer que es afortunado tener salud, soñar con un mundo mejor, dormir en una cama, tener seres queridos al lado, tener pequeñas cosas que son capaces de darle la vida. Y como decía la canción, cante tan alto como pueda, “gracias a la vida, que me ha dado tanto” y deje de lado las majaderías que dice un presidente en una cumbre el cambio clático, que en el prer mundo, la vida nos ha dado mucho, a pesar de todo. La vida le habrá dado hijos, amigos y un abrazo enorme que es al que se tiene que agarrar cada día que luego llega el viento.
Rodríguez, que está tan delgado que se lo va a llevar el viento llega a Copenhague y se cree como el César, vini, vidi, vinci pero dentro del aire español torero que tanto le caracteriza. José Luis, el de Sonsoles, el mismo que el anterior, no cabe en sí de gozo cuando después de soltar lo del viento, y echarle la culpa al empedrado, logra que haya coincidido la majadería del viento y las conclusiones de Moratinos, el que atina, con que Haidar vuelva a casa como el Almendro. La mujer de rompe y rasga que bajo el silencio y la discreción ha conseguido que el viento hable de ella, acabe con su huelga de hambre y viaje con un salvoconducto como si de Ilsa la de Casablanca se tratara. De nuevo, siempre nos quedará París, que sin Sarko eso no hubiera sido posible.
Cataluña considera que los toros no deben ser parte de la fiesta, aquello de que es española y para que usted pase las navidades con cierta inquietud, sepa que José Luis, el mismo de siempre, el del viento futuro, da la bienvenida a la ley del desahucio exprés.
La ley de Medidas de Fomento y agilización procesal del alquiler, LMFAPA, toma ya, entra en vigor en la noche en la que todos somos buenos y se cena en familia. Telecinco se une a Cuatro y Antena 3 a la Sexta, si lo suman da lo mismo, cinco y cuatro son nueve y tres y seis también.
Jennifer Jones, la actriz que protagonizó, LOVE IS A MANY SPLENDORED THING, (El amor es algo maravilloso), muere a los noventa años. Pensemos que el amor es una cosa maravillosa como decía la canción. Y sobre todas las cosas, vaya poniéndole música al nuevo villancico, “La tierra no pertenece a nadie salvo al viento”.
Sonsoles es la vocalista y como Belén tiene cara nueva hará con la niña los coros. Yo creo que Berlusconi la ha llamado a ver quién ha sido el que le ha reconstruido su rostro que necesita un apaño para finales de año tras el guantazo de Jesmar que le propinaron unos chicos. Y todo esto con un viento que hace, que no se lo aginan ustedes. “Avatar” y “Donde viven los monstruos” llevan al público a un lugar que ni lo pueden aginar. ¿Será España?
Viva el cambio clático. La respuesta está en el viento, no lo duden. Al menos algo sacarán en claro sobre todo el viento que hace ahí arriba.
Ana de Luis Otero.
Periodista.