El Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI) del gobierno destinara 17.000 millones de euros en dos años para el plan ferroviario, que se llevará 11.900 millones, y para mantener y mejorar las carreteras actuales se invertirán los 5.100 millones restantes.
PRESENTACIÓN DEL PEI |
El PEI está basado en un modelo concesional, es decir, las compañías asumen en un principio la financiación de las obras, y a partir del 2014 el Estado comienza a pagar a través de cuotas anuales que se podrán alargar hasta 30 años. De esta manera, este Plan no repercutirá en una de las misiones puestas desde la Comisión Europea al Gobierno de España: reducir el déficit público (11´2% diciembre 2009) debajo del umbral del 3% del PIB que fija el Pacto de Estabilidad y Creciento para el año 2013. Según el ministro de Fomento, en definitiva ‘el coste de las infraestructuras lo asumirán las generaciones que lo van a disfrutar´(SIC).
Para poder financiar el PEI, se ha contado con el acuerdo y participación del Banco Europeo de Inversiones (BEI), del Instituto de Crédito Oficial (ICO), y la colaboración de la Asociación Española de la Banca (AEB) y la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA). En un principio, los representantes de las grandes empresas de España como Acciona, Abertis, ACS, FCC, OHL, Ferrovial, o Sacyr Vallehermoso, entre otros, han celebrado la estrategia ‘públicoprivada´ del PEI y creen en un futuro con más trabajo y otunidades para otras empresas más pequeñas.
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