Cuando hablamos de redes sociales casi siempre pensamos en esas que aparentemente no sirven para nada, excepto para que alguien nos diga que se va a tomar un café o que es lunes y está muy cansado y no le apetece ir a trabajar. O que le acaba de hacer unas croquetas a su hijo Luis, de cuatro años, que le encantan.
Un uso que personalmente considero que es una pérdida de tiempo aunque hay gustos para todos.
Pero esto de las redes sociales tiene también su vertiente profesional, y nos permiten rentabilizar el tiempo que pasamos en ellas.
Me da igual que hablemos de Facebook que de LinkedIn o Tuenti. A todas ellas se les puede sacar una rentabilidad, que no tiene qué ser solo económica, aunque sí suele serlo.
Estar en redes profesionales, caso de LinkedIn, nos permite crear una red de contactos que pueden servirnos para el futuro, si perdemos nuestro trabajo o queremos cambiar a otro mejor, o para el presente si queremos hacer un negocio con alguien que nos ha conocido a través de ellas. Son redes muy participativas donde hay diferentes foros de discusión, de todos los gustos y para todos los colores, que nos permite opinar y ser conocidos. Ser conocidos en positivo, nuestras opiniones razonadas, gusten más o gusten menos a los miembros del grupo, pero sensatas. O en negativo si nos tiramos a la piscina sin agua y decos la prera tontería que se nos ocurra. Son unas redes que se rigen un código de conducta distinto al que pueda darse en Facebook o Tuente; ni mejor ni peor, pero diferente.
Facebook, la más exitosa de todas ellas, podría ser considerada como un híbrido entre red social personal y profesional. Puede servir para hacer negocios o contactos interesantes.
Personalmente lo que yo hago es que cuando tengo un contacto en Facebook, si considero que es de interés para Adicciones Digitales (www.adiccionesdigitales.es) lo traslado a LikedIn. Y ahí ya empezamos a desarrollar una relación que en principio es virtual y, en ocasiones, cuando a las dos partes les interesa se convierte en personal.
En las últas dos semanas me he entrevistado con más de una docena de profesionales de diversas especialidades a quienes he conocido a través de Linkedin y la mayoría de las entrevistas han sido fructíferas. No se trata solo de hacer negocios, sino de conocer a colegas que te pueden echar una mano.
Por ejemplo, a mi me resulta harto difícil compaginar en la misma página Twitter, Facebook y Linkedin. Bueno, pues me lo ha solucionado una de las personas que he conocido estos días, Juan Merodio, un verdadero especialista en el tema, y con blog propio http://www.juanmerodio.com/ que recomiendo a todos aquellos que quieran introducirse en las redes sociales y hacer uso del g de forma adecuada.
A mí me ha sacado de más de un problema. Y es que, el que sabe, sabe. Y en esto de las redes sociales todos tenemos que saber, o al menos intentarlo.
JUAN MANUEL ROMERO MARTÍN, ADICCIONES DIGITALES