La línea editorial que mantienen los colegas de Intereconomia sobre la actualidad catalana ha provocado numerosas protestas en esta Comunidad, donde no gozan de una audiencia significativa, ni tampoco de un gran prestigio. Es su forma de entender la realidad, que es tan respetable como la de su competencia. Llevar la situación hasta los límites en el que cayeron unos energúmenos el otro día en el Nou Camp, que agredieron a la retera de la cadena de Julia Ariza, mientras unos “incompetentes” mossos d’esquadra contemplaban la escena sin inmutarse, es sencillamente lamentable. En situaciones como éstas todos los periodistas debemos defender la libertad de expresión enca de cualquier otra idea soberana. Uno lo escribe desde Catalunya, que es donde hay que denunciar hoy este caso de barbarie gratuita, que no debe quedar pune, que es un hecho excepcional en una sociedad civilizada y lo tanto, tolerante. Ayer tocó echárle humor a la derrota blaugrana frente al fanatismo de los diarios detivos madrileños. Hoy la faena a hacer es completamente diferente. Así seguiremos, que uno ya no tiene edad para moverse de sus convicciones, entre las que se encuentra, deplorar que a la joven colega de Punto Pelota la hayan tratado exactamente igual que hacían con nosotros los grises cuando íbamos a cubrir informativamente una manifestación. Entonces no había collarines con los que curarse, pero los razos dolían lo mismo, y las carreras para librarte de ellos eran nuestra razón de ser. Lo único que ha cambiado, lo que se ha visto, es que la autoridad competente zurraba entonces ella misma. Ahora deja que sean otros “garrulos” los que hagan de fascistas. Querida Blanca, aunque no te conozco, ano, y un abrazo catalán para ti y para tu cámara.
Manuel Fernando González Iglesias
Editor y Director
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