Durante los últos 12 años, trabajase en lo que trabajase, siempre fue complicado decirle cuáles eran mis tareas en mi trabajo. Por eso, hace tiempo que mi madre dejó de preguntar aquello de, “hijo, ¿y tú qué haces allí?”… Y todo que desde hace más de 2 años, explicarle eso, ha sido cuando en más aprietos me he visto.
En el tiempo que llevo trabajando en comunicación y g online, asociado a medios sociales, he topado con las situaciones más variopintas, ya fuesen clientes, familia, amigos… Así que, una de las labores extras que siempre he tenido que hacer, ha sido la de “evangelización”, sobre todo, hacia quienes me preguntaban: “¿esto le sirve a una empresa?, ¿de verdad le va a sacar utilidad una marca?, ¿te sirve en tu vida personal?…Sin embargo, ahora vivos un punto de inflexión claro, no sólo estamos cada vez más metidos en la conversación, es que nos gusta. Las empresas ya saben que deben tener presencia en redes sociales, aunque muchas aún no tengan claro que lo deben hacer con un planteamiento estratégico a largo plazo. Mis amigos ya no me miran como a un bicho raro, e incluso, son usuarios habituales de Twitter o Facebook, lo cual me resulta curioso, sus preras presiones sobre aquellas cosas “raras” que yo empezaba a usar en 2006 y 2007.
Y a pesar de este pequeño triunfo, aún nos queda mucho camino recorrer hasta que la figura del Community Manager sea identificada y valorada como se merece. ¿Existe una carrera de Community Manager? Sinceramente, no ¿Hay unos requisitos mínos para que le den a uno un certificado? Pues tampoco. Proliferan, sí, los cursos de especialización en esta temática, como los que ofrece la gente de la AERCO (de la que soy miembro desde el día de la fundación), pero no sé si con esto será suficiente, aunque ayuda. Dependerá de las aptitudes personales de cada uno, aunque al menos, sabrás reconocer los escenarios y herramientas necesarias para manejarte en este entorno.
Un anuncio de la televisión invita a la gente a participar en un concurso con el que puede ganar formación para ser Surfero, DJ o Community Manager. Muchos de estos últos se han quejado, en un prer momento, que no entendían cómo se podía equiparar su trabajo, normalmente en departamentos de g o comunicación y con formación superior y años de experiencia, con trabajos que en la mayoría de los casos son aficiones, con todo el respeto que se merecen los muchos y muy buenos profesionales de estos dos sectores. Resulta que la decisión de dar esos premios se tomó tras evaluar las profesiones que más interesaban a los jóvenes, y una de ellas, quien se lo iba a decir a mi madre y a mis amigos, era la de Community Manager. ¿Eso no debería hacernos estar orgullosos de nuestro trabajo? ¿No estamos llegando a más gente gracias a iniciativas como ésta? ¿No significará que quizá tengamos que dejar de explicar a nuestras madres que es lo que hacemos en nuestros trabajos?…
Recuerda, esa persona, que ves ojeando su móvil, sin levantar la cabeza, haciendo cosas raras, que viaja contigo en el metro, puede ser el Community Manager de una gran compañía. Y está trabajando.
Mauro A. Fuentes
Social Media Director de Tinkle