Hace un par de días recibíamos una lección de estilo de las 10 mujeres que proponíamos como las mejores vestidas. Hoy vamos a recibir otra de lo que nunca, nunca, nunca, bajo ningún concepto, ni siquiera si hay un holocausto nuclear y eres la últa mujer sobre la faz de la tierra, hay que hacer.
La medalla de oro es para Helena Bonham Carter haberse quedado con el vestuario de las películas de su marido, el director T Burton. ¿Alguien entiende esas superposiciones de telas y telas sin forma? ¿Esos calentadores los guarda desde su etapa en el instituto? ¿Por qué esos lazos de trapo en el pelo? Durante los años 90 se llevó aquello del ‘grunge’ que consistía en lucir un aspecto cuidadamente homeless. La Bonham Carter lo lleva al extremo transformándose en una harapienta millonaria. El dinero no da la felicidad pero se ve que la excentricidad te la sube a niveles insospechados.
En el segundo puesto la diseñadora Vivienne Westwood. Sí, se supone que esta señora se dedica a crear tendencias y diseños para las celebs. Viéndola, en no permitiríamos que nos diseñara ni el disfraz de Halloween.
Bronce para Patricia Field, quien ha elevado a Sarah Jessica Parker a los altares de los fashion victs ha de ser una persona generosa. La estilista ha decidido darle todo a las chicas de SNY y no quedarse nada de glamour para ella.
Si exisitiese un polígono deluxe podríamos mandar juntas a Paris Milton y Ana Obregón. De nuevo, el dinero ( que siempre tiene que estar en medio), no es sinóno de buen gusto ni exclusividad. Hilton es el máxo exponente del chándal y los tacones, le chifla el rosa chicle, que es un color muy bonito pero con moderación y las combinaciones posibles que ni siquiera serían bien vistas en un macrobotellón.
Con Ana Obregón son las mismas vueltas de siempre. Es cierto que quien tuvo retuvo y Ana fue un bellezón de su época pero parece no haberla superado. No ha aprendido a envejecer. No es necesario vestirse de señora, pero a ciertas edades y en ciertos momentos es mejor no querer parecer Hanna Montana, aún así, ser fiel a sí misma y auténtica, un cariñoso saludo a Ana.
Continuando con el panorama nacional tenemos a Paz Vega. Guapa como pocas, hortera como muchas. Paz suele acertar en su día a día de chica normal y sencilla, pero en las alfombras rojas no termina de saber a que sombra arrarse. La hemos visto itar casi a todo el mundo. En la agen resulta una copia bastante pobre de Dita Von Teese, pero la hemos visto semi vestida de torera (semi que llevaba poca tela) y con otras creaciones que parecen denotar un excesivo interés llamar la atención. Paz, con lo guapa que tú eres, no necesitas nada de eso.
Volviendo al celuloide Hollywoodiense tenemos a Mariah Carey que más que mal vestida es que no da con su talla, la pobre. 3 ó 4 Más no le vendrían mal a la cantante que ha debido desarrollar algún tipo de poder de super heroína que le permite vivir sin respirar. Riámonos de los X Men.
Y últo la que más pena nos da de todas, no su atuendo, que es grotesco, sino que esta chica solía ir siempre pecable y apuntaba maneras. Lásta que haya tenido que recurrir a convertirse en un Village People trasnochado para seguir la estela de Lady Gaga que últamente le ha robado todo el protagonismo.