Cuando uno era un pipiolo y trabajaba con el Philips en la mano en busca de entrevistas en el Nou Camp o el ya desaparecido Sarriá, una de mis pasiones profesionales era entrevistar teléfono y ”en directo” a Don Santiago Bernabeu, lo cual constituía una hazaña técnica. Por aquel entonces, existían el DICEN, el Mundo Detivo, el Marca y el AS, nada se sabía de St y si, en cambio, de las grandes retransmisiones de Félix, Pons, Agustín Rodríguez, Miguel Ángel Valdivieso, Eduardo Espinosa o Fernandez Abajo, citar solo a las voces catalanas de la época, que perdonen los otros grandes de la época. Pues bien, mis diálogos de novato con Don Santiago, comenzaban con un “acojone” personal, la majestuosidad del personaje que tenía respuesta para todo y para todos, que luego superaba con valor, pero también que detrás de aquel hombretón solo había franqueza y amor a su club. Todavía recuerdo su respuesta en un Teresa Herrera en el que se me ocurrió preguntarle al haber cumplido veinticinco años en la Presidencia de su equipo, si no eran demasiados años. Me miró pertérrito y me dijo:
Pues mire Vd, si me los pongo a contar… uno, dos, tres, cuatro ,cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce, quince, dieciséis, diecisiete, dieciocho, diecinueve, veinte, veintiuno, veintidós, veintitrés, veinticuatro, y…veinticinco… sí, puede que ser que sí…. que sean muchos.
Ya se pueden aginar la saliva que me tuve que tragar, mientras escuchaba la respuesta, que aún hoy me parece genial y demoledora.
El Real Madrid que presidía este señor, presumía de Señorío, mientras nosotros desde Catalunya le acusábamos de ser el equipo del Régen. Por aquel entonces vicepresidía el club Raundo Sata y los medios de comunicación catalanes nos admirábamos de la seriedad y eficiencia organizativa de la entidad blanca. que siempre nos atendía con esmero, mientras los barandas del textil de Sabadell y Terrassa se peleaban presidir el Barça y presumir de fichajes galácticos. Nunca tuve problemas para entrevistar a Santiago Bernabeu desde Barcelona o allá a donde fuera con mi magnetofón de pilas y siempre obtuve respuestas, aunque las preguntas fueran pertinentes.
¿Y qué les cuenta este aguerrido blaugrana estas cosas?. Porque me da pena lo que estoy viendo, dicho en romano paladino: la falta de educación que ahora exhibe el entrenador Mourinho, los desplantes públicos que protagoniza toda España del divo Cristiano o, sin ir más lejos, la pelea barriobajera de ayer de un ayudante del tugués en el Molinón, sin que Florentino Perez diga ni mu, ni se de enterado. Ese no es el Real Madrid, el gran rival del Barça al que ha derrotado tantas veces, dentro y fuera de los campos. ¿Dónde quedó lo del Señorío? ¿Es que nadie se da cuenta?
Manuel Fernando González
Editor y Director
