No sé si los podemos calificar como celebritis o como prescriptores de marca pero lo cierto es que su relevancia internacional los ha convertido en verdaderos iconos publicitarios. Son los encargados de dirigir la política de los países y muchas veces, la inspiración de los anunciantes para hacer llegar sus mensajes. El últo político en subirse al carro publicitario ha sido Ángela Merkel, la canciller alemana protagoniza la nueva campaña de Media Mark en su país natal.
No es ella, es una doble suya, como en la mayoría de ocasiones. Media Mark refleja en su nueva campaña el comunicado oficial de la canciller en el que expresa a todo su pueblo ‘Media Markt baja sus precios. Ésta es nuestra otunidad’. Por el momento, no somos conscientes de que hayan pedido la retirada de la campaña, como ha sucedido en ocasiones anteriores cuando las marcas se han aprovechado de palabras o escenas ‘políticas’ para adaptarlas a sus campañas.
¿Quién no recuerda los polémicos casos Ryanair? La compañía aérea Low Cost ha recurrido a diversos mandatarios para colar sus mensajes, ni nuestro presidente pudo escapar a su creatividad. Cuando José Luis Rodríguez Zapatero anunció la llegada del ‘chequebebé’, la compañía decidió comparar sus viajes a precio de saldo con la promesa electoral. Un bocadillo que salía de la boca de Zapatero rezaba lo siguiente: ‘Mmm… Ryanair ofrece dos millones de plazas gratis… Eso es mejor que nuestro chequebebé…’.
La compañía irlandesa también puso sus ojos sobre el mandatario francés Sarkozy y su, entonces, futura esposa Carla Bruni. En esa ocasión, Ryanair presentaba una fotografía de ambos con un bocadillo de diálogo que salía de la cantante y que expresaba: ‘Con Ryanair, toda mi familia puede venir a mi boda’. El Elíseo francés pidió su retirada. Del mismo modo hemos visto como la aerolínea se cebaba con los ex prer ministros de Polonia Jaroslaw Kaczynski y de Suecia Göran Persson.
Pero para político con tirón, Hitler. Ha sido usado como reclamo publicitario para una marca de ropa italiana, para una cadena de restaurantes de Nueva Zelanda, para una casa de sombreros o la empresa informática HP, pero también para un canal de televisión belga, emisoras de radio, para los profilácticos de Doc Morris Farmacias, para Rasayana, un té antiestrés turco, productos de afeitado o tallarines precocinados. La agen del dictador, y sobre todo su peculiar bigote ha sido uno de los principales reclamos políticos publicitarios. Todo aquel que decide recurrir a su agen tiene una repercusión asegurada. Este año lo veíamos en un polémica campaña que reflejaba el acto sexual bajo el cla ‘El SIDA es un asesino de masas’, la acción dio que hablar.
Lejos de su uso para campañas comerciales, ni que decir tiene que las campañas electorales son cada vez más campañas publicitarias, en ellas cada vez trabaja menos gente del partido… se encargan a creativos publicitarios. Y en eso el padre de la nueva publicidad política es Obama. En su camino a la Casa Blanca, Obama se convirtió prero en el rey de la Red el ‘Yes we can’ y todo lo que vino después. 200ONCE será en España, un año electoral, si para ganar hay que convencer, seguro que la publicidad tendrá un papel fundamental.
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