Como ya saben, y si no lo saben nunca es tarde, y para eso estamos aquí, para contárselo, el Regulador de las telecos, la CMT, se embolsa cada año casi 34 millones de euros procedentes directamente de los ingresos de los maltrechos operadores a los que regula (o hace como que regula).
Es una cosa muy rara que no se entiende, pero es así. Ellos, los Onos, Telefónicas, Oranges, Jazzteles y demás, invierten, contratan, diseñan y desarrollan productos y servicios, los lanzan al mercado, los anuncian y todo eso que se supone que es lo que deben hacer, y la CMT les multa, les hostiga, les enfrenta y enca, les cobra. Y si esto fuera poco, les maltrata semestralmente con unos informes que ¡válgame dios!, el últo de los cuales hemos tenido el gusto de conocer hace unos días, en plenas Fiestas navideñas y con más de medio año de retraso, cierto.
Con razón los operadores han llevado a Luxemburgo el asunto de las subvenciones a la CMT, hartos de ver a su presidente y acólitos alojarse año tras año en los mejores hoteles como ejemplo hacen en el Hotel Real de Santander durante la semana del Encuentro sectorial que organiza pecablemente la UIMP, o de leer, supongo que atónitos, que sus ingresos le han valido a la CMT para estrenar nada menos que 12.000 metros cuadrados de nueva sede en la zona tecnológicamente más chic de Barcelona, 22@. No parece lo más acertado en los tiempos que corren, ni parece el ya dolorido sector de las telecos el más indicado para seguir llevándose golpes. Eso sin contar sus comidas en los mejores restaurantes de España que para eso tienen un “morro” finíso el presidente y los consejeros de la CMT.
Las cuentas de la CMT, más saneadas que las de muchas de las compañías a las que regula, arrojan un superávit de 14 millones de euros anuales. Qué pensarán ustedes que parte de ellos los invierten en hacer un buen informe de precios del sector para que la foto quede lo más pondera posible. Pues no. No sé en qué se lo gastan las huestes de Reinaldo, pero el informe en cuestión es una vergüenza perpetrada consultora interpuesta, que ni para hacerlo ellos mismos tienen arrestos ni ganas de trabajar. Todos los informes los subcontratan no vaya a ser que de tanto trabajar se pongan malos.
No entiendo muy bien qué saca en claro la CMT y su presidente, Reinaldo Rodríguez, lo demás en tiempo de descuento desde hace años, con publicar, una y otra vez, unos datos penosos sobre el sector que es su responsabilidad directa. Si el mercado de la banda ancha en España está saneado, ofrece buenas ofertas y promociones, resulta atractivo para los clientes y registra actividad constante en altas, cambios de operador y contratación, ¿ qué el regulador, insisto, responsable directo del mismo, no lo refleja en sus estudios? Y, en el escenario número 2, si el sector está monopolizado, los precios son altos, las ofertas poco atractivas y los clientes son maltratados, ¿ qué no haces algo remediarlo, lo cual debería ser tu único objetivo en los –larguísos cinco años y medio que hace que eres el presidente del Regulador? Cualquiera de las dos opciones da entre pena y miedo. Y volveré a citar a los clásicos: ‘Regulador que regula y boca que se enjuaga, algo traga’.
La muestra de ofertas que refleja el informe, me cuentan los que saben bien del tema, presenta infinidad de errores en la caracterización de las ofertas, y lo que es peor, incluye unas y deja fuera otras, sin más criterio que la arbitrariedad de quienes lo hacen, con lo que las cifras resultantes son menos de fiar que el propio Reinaldo. Que ya es decir.
Hasta los datos de la OCDE, habitualmente tan hostiles, le dan sopas con ondas al informe de CMT, y se han decidido a incluir fin la banda ancha móvil en los estudios de banda ancha, cosa que parece muy lógica pero que nuestro Regulador no ha visto aún el momento de ejecutar.
No tiene ningún sentido, señores de la CMT. Esta regulación de morro fino para pedir, cobrar y gastar alegremente lo que se cobra no casa ni puede casar de ninguna manera con su falta de rigor a la hora de acometer un estudio del mercado de banda ancha, una de las palancas de este país para empezar a levantar cabeza, serio, riguroso, contrastado y veraz.
Necesitamos que el esfuerzo de las Telecos se vea reflejada en mayor libertad para las nuevas tecnologías, dejarse de grandes y costosas comilonas (que éste no es el chocolate del loro) y regular que para eso le pagan. Ya hemos visto como regulan los de Seguros y ahora nos toca tropezarnos con otro de los caprichos de la Administración de Zapatero…
Reinaldo, el bien de los españoles y de nuestra BANDA ANCHA, ¡¡¡DIMITE!!!