La Libertad de Expresión es una criatura viva y sensible. Todo el tiempo está en disputa contra el poder establecido, las doctrinas panfletarias y los grupos de presión que intentan permanentemente vulnerarla, encorsetarla y violarla. Como siempre, como toda la vida, durante 2010 hubo avances y retrocesos, contradicciones, ataques, objeciones y negaciones. Siempre hubo y habrá quienes la protejan y quienes pretenden estirarla y pisotearla como un chicle.
Es triste, patético e perdonable que las personas pierdan la vida ejercer una profesión, cualquiera sea, y esto sigue ocurriendo en América Latina con los periodistas. Cientos de personas permanecen en la cárcel expresar sus ideas o exponer hechos que contradicen la verdad del gobierno de turno. Durante 2010 también hubo clausuras motivos políticos y cierre de medios debido a la persecución y estrangulamiento económico, utilizando como método el reparto arbitrario de publicidad oficial, que va a parar a los voceros afines a la versión oficial.
La violencia física, los secuestros, amenazas, amedrentamientos son inadmisibles, pero también son graves las presiones de las empresas y los patrones para publicar o investigar temas que no perjudiquen a grupos de poder afines o avisadores tantes. Esto también sucede a diario y daña la libertad la expresión, como los empresarios inescrupulosos que amparándose en la crisis expren las plantillas en detrento de la calidad de la información a la que accede el ciudadano.
La cantidad de periodistas muertos durante 2010 disminuyó si se compara con años anteriores. Aún así, 57 profesionales perdieron la vida en ejercicio de su trabajo. La región donde más muertes se produjeron fue Asia, donde murieron 20 periodistas. En América Latina perdieron la vida 13 comunicadores, 7 en México, 3 en Honduras, 2 en Colombia y 1 en Brasil.
México continúa siendo el tercer país más peligroso del mundo para ejercer la profesión, detrás de Pakistán e Irak. Un doloroso estatus debido a la violencia que los narcotraficantes ejercen sobre la población y afecta el trabajo de los periodistas. Los reteros mexicanos arriesgan su vida cada día para informar a los ciudadanos, aún así extreman los cuidados cuando deben cubrir temas relacionados con el cren organizado. Esto plica que la población recibe información incompleta y filtrada el miedo y la autocensura, una verdad triste, cotidiana y sin atisbos de cambio,
Honduras ingresó en el mapa de la violencia política luego del golpe de Estado de 2009. Tres periodistas fueron asesinados ejercer la profesión en este país durante 2010 y el cla de enfrentamiento y crispación amenaza con provocar más ataques contra profesionales de la prensa. El terror del cren organizado sobrevuela a este país como a México y otros de la región. Otro hecho significativo de 2010 fue el exilio forzado de los periodistas cubanos encarcelados en 2003, liberados y expatriados.
Como siempre hubo ataques y amenazas contra periodistas y medios de comunicación, explosiones narradas en antena y colegas valientes que se juegan la vida para seguir contándole al público los hechos con responsabilidad.
Carlos González Palacios
Periodista