Berlusconi quiere la Cadena Ser. Y la quiere de inmediato, que sus asesores le insisten en el enorme daño que desde España se le está haciendo a su agen en la vertiente mediterránea. Amén del inmenso negocio que supondría para el monopolio audiovisual en nuestro país. Pero esta vez las negociaciones se llevan al margen de la cúpula de España. Fedele Confalonieri desde Milán trabaja para que la compra de la Ser quede en el haber de Pier Silvio Berlusconi, el hijíso llamado a tomar a toda prisa las riendas del perio del prer ministro para alegar que papá Silvio no tiene posición dominante en los medios y que está de retirada. Por parte de Prisa es Nicolas Berggruen el encargado de cerrar la operación, bendecida Zapatero y con apoyo constante de Rubalcaba, a quien Cebrián le ha garantizado que podrá seguir contando con el apoyo de la Ser para la campaña de las elecciones de 2012. Ese es el trato. Por cierto que Confalonieri ha ideado una pérfida manera de ganarse a Berggruen: una visita a la colección privada de arte del Cavalieri y un “toma el que desees” refiriéndose a varios warhols, sabedor de la pasión del dueño de Liberty la pintura. Lo dicho, la Ser está a punto de entrar en el catálogo de trofeos de Berlusconi sin que en España siquiera se lo huelan. Ver para creer.
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pedro aparicio pérez
director de prnoticias.com