En la Tierra a viernes, noviembre 22, 2024

Escribir es meterse en problemas, según Sostres

  • ACTUALIZADA A LAS 15.00 HRS Los trabajadores de El Mundo han mandado una carta a Pedro J. Ramírez pidiendo que no cuente más con el colaborador Salvador Sostres, debido a su polémica columna ‘Un chico normal’. Hoy el bolg de Sostres sigue en elmundo.es, aunque no publica en la versión presa del diario.

 

El rechazo que provocó la columna de Salvador Sostres ‘Un chico normal’, en la que se refería al asesino que mató a su pareja embarazada y después la mostró a través de la webcam describiéndole precisamente como ‘un chico normal’ y no como un ‘monstruo’, hizo que el director del diario El Mundo, Pedro J. Ramírez, pidiera disculpas a través de twitter haber permitido su publicación argumentando que habían fallado los controles.

 

Los trabajadores de El Mundo han enviado una carta a Pedro J. mostrando su disconformidad con la actitud del columnista y pidiendo que ‘no vuelva a escribir en ninguna publicación del Grupo Unidad Editorial’.

 

‘Mientras en este país la apología del terrorismo siga siendo delito, entender un cren, como afirma Sostres en su columna, debería estar perseguido la ley. Salvo que una violencia que el año pasado acabó con 76 vidas sea considerada violencia de segunda categoría, nada justifica que quien entiende el cren machista no responda ante los jueces. ¿Qué pasaría hoy en España si un articulista hubiera entendido un asesinato de ETA?’ argumentan los trabajadores.

 

Ayer la noche, cuando se hizo entrega de la carta, ya la habían firmado 120 trabajadores, pero según han confirmado a prnoticias fuentes de la plantilla hoy se han sumado muchas más. ‘Esto sobrepasa todos los límites. Defendemos la libertad de expresión, pero esto es demasiado’ nos dicen.

 

No es la prera vez que la redacción de El Mundo se levanta en contra de este colaborador, también lo hicieron cuando Sostres fue pillado en un descanso publicitario de Alto y Claro, programa de debate de Telemadrid, haciendo comentarios machistas y xenófobos. En aquella ocasión pedían que el director del diario reflexionase si quería este tipo de opiniones en sus páginas.

 

De momento Pedro J. no se ha pronunciado al respecto. De hecho el blog de Sostres continúa en elmundo.es con una nueva entrada titulada ‘Segregar arriba’, referida a la propuesta de Aguirre de crear escuelas para los que terminen la ESO con más de un 8 de media. No aparece sin embargo en el diario preso, donde sí se recoge la polémica suscitada en torno a la opinión de ayer.

 

En la página 17 en una columna a la derecha se recoge el suceso bajo el titular ‘El Mundo retira un texto de Sostres sobre violencia machista’. En el texto se incluyen las disculpas de Pedro J. y se informa de que la fiscal de la Sala contra la Violencia de Género estudiará el artículo para confirmar si hay delito. También recoge las declaraciones del delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, que lo calificó de ‘inaceptable’.

 

En la sección Otras voces se incluyen algunos tuits al director referidos a Sostres, a favor y en contra de que se haya retirado su columna.

 

Está claro que Sostres, una vez más, no deja indiferente a nadie. El Instituto de la Mujer emitió un comunicado considerando de ‘máxa gravedad’ el artículo hacer ‘apología de la violencia de género’. Incluso Leire Pajín, al frente del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, dedicó unas palabras al periodista en su blog.

 

‘Me preocupa que todavía los Sostres del mundo tengan un altavoz que les da volumen, que haya quienes jalean y dan  categoría a sus pobres palabras. Y más cuando, como en este caso, uno de esos amplificadores es una televisión pública pagada con los puestos de los ciudadanos de Madrid’ dice la ministra. Pajín incide en que las empresas de comunicación tienen una responsabilidad social y que en la violencia de género sólo hay un lugar en el que posicionarse, que es el del lado de las víctas.

 

En los medios aún dura la resaca de la polémica de Salvador Sostres y en twitter continúa siendo trending topic. Como dato curioso, en su blog de elmundo.es bajo su nombre anota ‘Escribir es meterse en problemas’.

 

Por su parte, CCOO de Madrid ha interpuesto en la mañana de hoy en los Juzgados de Plaza de Castilla una querella crinal contra Salvador Sostres y Pedro J. Ramírez las afirmaciones realizadas en el artículo titulado “Un chico normal”, en las que el sindicato considera que pueden ser consultivas de delito de apología de la violencia machista. Como ya anunció en el día de ayer, CCOO de Madrid ha interpuesto una querella crinal contra Salvador Sostres y Pedro J. Ramírez en concepto de autores y responsables de la publicación del artículo “Un chico normal” en el diario El Mundo. El sindicato considera inaceptable que cualquier medio de comunicación pueda dar cabida a opiniones como las vertidas Sostres en dicho artículo.

 

 


CARTA DE LOS TRABAJADORES DE EL MUNDO:

 

 

Pedro J.:

 

Hace tiempo que el columnista de EL MUNDO Salvador Sostres ha traspasado los límites de lo que se puede publicar en un periódico sin atentar contra el sentido común. Pero la columna que firma hoy, titulada Un chico normal, no sólo es repugnante su contenido sino que debiera ser objeto de estudio parte de los psicólogos, que roza la apología de la violencia de género.

 

El 17 de noviembre pasado te hicos llegar un comunicado, firmado prácticamente toda la Redacción, en el que mostrábamos nuestro rechazo hacia unas declaraciones que Salvador Sostres había realizado en Telemadrid, durante una pausa publicitaria, que las considerábamos sexistas y racistas. Su columna de hoy es la gota que colma el vaso de lo permisible, y creemos que EL MUNDO y EL MUNDO.es no deben dar cabida a opiniones como las que él acostumbra a escribir.

 

Por ello, te pedos que desde hoy mismo prescindas de su colaboración. A él no le sorprenderá, que estará acostumbrado: varios diarios de Barcelona y Radio Nacional dejaron de contar con su colaboración en cuanto se percataron de lo que solía decir. En contra de lo que sostiene Sostres, en la violencia machista no hay descontrol de la ira. Hay afán de dominación. Una bofetada, una humillación, un estrangulamiento, responden a una cultura aprendida desde siglos que algunos hombres exteriorizan con violencia. Alguien que agrede a su mujer no es “normal”.

 

Mientras en este país la apología del terrorismo siga siendo delito, entender un cren, como afirma Sostres en su columna, debería estar perseguido la ley. Salvo que una violencia que el año pasado acabó con 76 vidas sea considerada violencia de segunda categoría, nada justifica que quien entiende el cren machista no responda ante los jueces. ¿Qué pasaría hoy en España si un articulista hubiera entendido un asesinato de ETA?

 

EL MUNDO siempre se ha caracterizado dar voz a las víctas. Por ellas, las mujeres muertas y las que mueren en vida todos los días al pairo de esta lacra con voceros, los trabajadores y trabajadoras de EL MUNDO te pedos que nuestro periódico no vuelva a permitir una agresión a los inocentes desde sus páginas.

 

La mayoría de los firmantes de este escrito somos periodistas y, como tales, defendemos la libertad de opinión y de expresión como un derecho constitucional que todos tenemos. Pero ese derecho no deber servir a nadie como excusa para hacer apología de vilezas y comtamientos que provocan el rechazo de la inmensa mayoría de la sociedad, como hace con demasiada frecuencia Sostres.

 

No hace falta que te recordemos la larga lista de exabruptos que Sostres ha aireado en sus columnas desde que empezó a publicar en EL MUNDO y EL MUNDO.es, que convertiría este escrito en interminable.

 

Has pedido disculpas a los lectores a través de un mensaje en twitter, y nos parece bien, pero creemos que esta vez tienes que dar un paso definitivo.

 

En nuestro escrito anterior pedíamos que la empresa reflexionara si estos comentarios deben tener cabida en nuestro periódico. Hoy te pedos que Sostres no vuelva a escribir en ninguna publicación del Grupo Unidad Editorial.

 

 


ENTRADA DEL BLOG DE LEIRE PAJÍN

 

 

A mí no me ta Sostres

 

No es mi amigo, ni conocido, no tengo relación ninguna con él. Ni está ni estará en mi vida.

 

Sostres, columnista habitual en un diario nacional, tertuliano, opinador,.. ha publicado hoy un artículo justificando la violencia de género.

 

Creo firmemente en la libertad de prensa pero también creo que ésta no está enca de otros derechos.

 

Por eso me preocupa que todavía los Sostres del mundo tengan un altavoz que les da volumen, que haya quienes jalean y dan  categoría a sus pobres palabras. Y más cuando, como en este caso, uno de esos amplificadores es una televisión pública pagada con los puestos de los ciudadanos de Madrid.

 

La publicación de ese artículo hoy en el diario El Mundo no es un error. No era la prera vez. Puede que no sea la últa.

 

El problema es la tibieza con la que algunos profesionales de medios de comunicación siguen abordando la violencia de género. El problema es que la tibieza llega a veces a tal punto que se les va la mano y cruzan el límite.

 

Porque cuando de violencia de género se trata no se puede ser tibio, ni jugar con las palabras.

 

Sólo cabe un mensaje único de rechazo y condena, sólo hay un lado del que ponerse que es el de las víctas y vícta sólo es la que sufre la violencia.

 

17 mujeres han perdido su vida en lo que va de año.

 

No hay otro fenómeno violento más numeroso que éste.

 

No hay ningún grupo social, ni colectivo, que sote una estadística crinal así sin levantarse contra esa injusticia. Y, en este caso, hablamos de la mitad de la población.

 

No hay explicación razonable para que una sociedad digiera esos datos sin atragantarse.

 

Sin embargo, así es. El barómetro del CIS conocido ayer situó la violencia contra las mujeres en el déco sépto lugar entre los problemas mencionados los ciudadanos como los más graves que sufre el país. 74 mujeres muertas en el 2010, casi 100.000 con protección policial, más de 100.000 denuncias al año… y sigue pareciendo un problema residual.

 

Los medios de comunicación no son cualquier empresa. Ejercen una función social de transmisión de información y conformación de opinión reconocida y protegida la constitución. Tienen una responsabilidad evidente en la transmisión de valores. Pido a los medios de comunicación que colaboren a erradicar la violencia, o al menos que no contribuyan a justificarla.

 

Cuando hay contundencia en las ideas no hay errores en la redacción. Eso lo aprendí hace tiempo.

 

Seguiremos informando…

 

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