Como Vds. quizás hayan podido leer, la mayoría de los catalanes estamos muy cabreados con el Constitucional el controvertido fallo sobre el Estatut. Ayer la mayoría de los españoles se incoran también a este grupo de indignados al conocer que el asesino Troitiño se va a la calle un atajo legalista que el permite computar años y beneficios que le saquen del talego, gracias a la “generosa” interpretación del Alto Tribunal. Y aunque haya que acatar la sentencia, uno, no puede, menos, de sentir horror ante semejante decisión, que es mas propia de un estado de charanga y pandereta que de un país de la Unión Europea. Por ejemplo, en Francia eso no pasaría y señalar a otro vecino, en Inglaterra tampoco. Al final, va a resultar, que para temas como el terrorismo o el asesinato vil hay que pedir que la ley evolucione hacia algo silar a la cadena perpetua, que haga posible que un crinal como Troitiño pase de la cárcel a la mecedora de la abuela y de ahí, al camposanto, para que así pague una parte de sus culpas y de paso, ate ejemplaridad al mundo de la lucha armada. Pero si quienes se supone saben mas de leyes en España deciden estas cosas, resulta difícil que el Estado pueda defender a sus ciudadanos de los crinales mas abyectos, quienes al final acaban cachondeándose de sus víctas. ¿Pueden gobierno y oposición evitarlo, favor?
Manuel Fernando González
Editor y Director