Me voy a procesionar. Siempre lo hago llegadas estas fechas que aunque uno no es muy de iglesas le gusta meterse en medio de la Andalucia mas pobre para perderse en su sencillez y devoción. No me gustan las grandes procesiones que no las entiendo, si, en cambio, las de los pequeños pueblos donde la gente se viste de domingo para olvidar que muchos viven del subsidio y subirse al madero con la cruz de la crisis a cuestas y los parientes venidos de Barcelona o Madrid gorroneándoles los embutidos y las migas. Es el sur, que también existe, y que a un gallego como yo, le enamora apasionadamente y que le llama de vez en cuando, para saborear la vida a su ritmo real, o sea: despacio y con buena letra. Como me traído conmigo la magia de Intet, ya les iré contando para que Vds. puedan olvidar sus penas que estamos en Semana Santa y las saetas todavía suenan.
Manuel Fernando González
Editor y Director
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