20/04/2011 PRLATAM 115.942 SUSCRIPTORES Ayer concluyó el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) con numerosas reformas, especialmente en el ámbito económico, pero también en el político con la litación a los gobernantes a dos mandatos de cinco años y con el relevo de Raúl Castro al frente del PCC.
El PCC nombró a Raúl Castro, en el cargo de presidente, y a José Machado Ventura como vicepresidente. Ellos serán los encargados de aplicar las reformas económicas aprobadas en el Congreso. Fidel Castro, ausente durante las sesiones de debate, hizo acto de presencia en la jornada de clausura, aunque no intervino. Donde sí opinó acerca de las medidas tomadas fue en Granma. ‘Conocía el informe del compañero Raúl al Sexto Congreso del Partido. Me lo había mostrado varios días antes su propia iniciativa, como hizo con muchos otros asuntos sin que yo lo solicitara, que había delegado, como ya expliqué, todos mis cargos en el Partido y el Estado en la Proclama del 31 de julio de 2006. Hacerlo era un deber que no vacilé un instante en cumplir’, afirma Castro en el diario oficialista.
Con respecto a la litación de mandatos el ex guerrillero cubano asegura: ‘Me agradó la idea; era un tema sobre el que yo había meditado mucho’ y añade que ‘Raúl conocía que yo no aceptaría en la actualidad cargo alguno en el Partido; él había sido siempre quien me calificaba de Prer Secretario y Comandante en Jefe, funciones que, como se conoce, delegué en la Proclama señalada cuando enfermé gravemente. Nunca intenté ni podía físicamente ejercerlas, aun cuando había recuperado considerablemente la capacidad de analizar y escribir’.
Con la renuncia formal de Fidel a la Presidencia del PCC, Raúl Castro tiene a los 80 años la posibilidad de ejercer ese cargo durante dos períodos de cinco, con lo que llegaría a los 90 años de edad al frente del partido. Más allá de este relevo, el VI Congreso eligió a los miembros de sus órganos de dirección: comité central, buró político y secretariado. Con respecto al a composición del nuevo Comité Central, Fidel Castro dice en Granma que ‘apoyaba la idea sostenida Raúl de que en el seno del Comité Central se incrementara la presencia del sector femenino y la de los descendientes de esclavos procedentes de África. Ambos eran los más pobres y explotados el capitalismo en nuestro país’. El resultado es un nuevo comité central con 115 miembros en el que se ha aumentado la presencia femenina hasta el 41,7% y la de dirigentes negros o mestizos hasta el 31,3%.
En su toma de posesión, el hasta ahora vicepresidente del PCC, Raúl Castro, dijo: ‘Asumo mi últa tarea con la firme convicción y compromiso de honor de que el prer secretario del comité central del partido comunista de Cuba tiene como misión principal y sentido de su vida defender, preservar y proseguir perfeccionando el socialismo y no permitir jamás el regreso del régen capitalista’.
Sin embargo, la disidencia, tanto dentro como fuera de la isla, considera insustanciales tanto la renuncia de Fidel Castro como las reformas determinadas en el Congreso. El exilio opina que las decisiones no cambian la vida de los cubanos y que continúa el monopolio del Partido único sobre la población cubana. Se trata, dicen, de un cambio de forma pero no de fondo.
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