Cuní, enca de cualquier adjetivo calificativo que le podamos poner, es un profesional brillante. Además, como buen navegante en el océano de la comunicación, utiliza la aguja de marear como nadie. Sortea las tormentas políticas con sabio empeño y suele irse de los edificios, cuando éstos están a punto de desplomarse sobre la cabeza de sus vecinos. En alguna ocasión, han pretendido aislarle y dejarle sin curre, pero él, con su proverbial astucia, ha salido del trance mucho mejor de lo que entró. Una vez, casi le convenzo para que se viniera a Onda Cero, propuesta que dejamos “para mas adelante” y que nunca pudos concretar que las cosa le fueron estupendamente bien, de lo cual ,me alegro. Ahora se va con Javier Godó y deja Els Matins en la cresta de la ola. Es decir, en el mejor momento. Sabe que los recortes van a afectar la yugular finaniera de los grandes mitos de TV 3. La Casa del Conde es mas segura, que, en Catalunya, el “Señorito” le dice a los políticos lo que les conviene hacer y no al revés. Y eso es, en los tiempos que corren, un bien muy escaso en el mundo de la comunicación. Por otra parte, a su nuevo jefe, Cuní, como lo ha hecho Pilar Rahola, le concilia con el progresismo catalán , que da prestigio y exonera a determinda burguesía, del pecado mortal de auspiciar pactos con los que llevaron el Estatut de Catalunya ante el Tribunal Constitucional. Unl suceso que hizo manifestarse en las calles de Barcelona a un millón de catalanes, de muy diversa condición social y variopinta ideología política. ¿Se acuerdan Vds?. Me alegro, que Convergencia ya lo ha olvidado. Por eso hoy me siento feliz que Cuni se vaya donde se va y pueda hacer lo que le venga en gana. La verdad es que me cayó muy bien cuando comos juntos y me gusta que le vayan bien las cosas.
Manuel Fernando González
Editor y Director