Amar Bhidé, experto internacional en innovación empresarial y protagonista de la últa jornada del ciclo “Entendiendo los cambios. Ideas, libros y autores en Fundación Telefónica” ha compartido con prcomunicación su visión de lo que él considera el verdadero motor de la innovación empresarial, los empleados.
Ahora que parece que todo está descubierto en el terreno ‘material’ ¿Existe mucho genio sin descubrir’?
Pienso que siempre queremos un héroe, ejemplo Steve Jobs, que es una especia de héroe, un genio, es la excepción que confirma la regla.
Hoy en día creo que vale la pena decir que el producto más exitoso es Kinect, producido Microsoft, y no hay nadie al que podamos asociarle la invención de este producto.
Si preguntas el creador de Intet, nadie o casi nadie sabe la respuesta, existe T BersLee que inventó el protocolo pero nadie le conoce. Hace 100 años Edison descubrió el fonógrafo y el cine, y Alexander Bell el teléfono. Andrew Ford el coche y la venta masiva de automóviles. Pero quién es el genio que está detrás del PC, nadie o 20 personas o 100.00 personas desconocidas.
Olvidamos ese papel que desempeña el consumidor. Al principio muy pocos podían comprar un coche, hoy presentan un Ipad y más de 6 millones de personas ya tienen uno, la mayoría lo compran y no son ricos. La mayoría ignoran el valor económico de lo que van a recibir cuando tanto dinero ello, pero es míno en un mundo donde todos estamos dispuestos a probar algo nuevo, a pesar de la crisis. Luego hay inventores de cosas tontas, como los videojuegos pero los compran y desempeñan un papel tante para que mejoren las tecnologías.
En resumen, tenemos a Steve Jobs como héroe pero detrás hay un ejército de personas trabajando.
Muchas empresas están poniendo en marcha acciones, proyectos con el fin de descubrir y retener el talento interno existente en sus organizaciones, esto ¿es suficiente o aún estamos en una fase inicial?
Volvamos a la historia. Antes pensábamos que en el mundo una buena economía iba a generar tiempo libre y de ocio. Una buena empresa era aquella que tenía inversión y rendiento, y vacaciones generosas para sus empleados. Implícita o explícitamente esto ha ido cambiando.
Hoy una buena economía es la que da trabajo a mucha gente, hoy es casi inhumano pensar que los empleados van a litarse a obedecer las órdenes de sus jefes, y si es así hay un despilfarro de talento humano. Ahora avanzamos hacia una nueva época de competición entre la gente que favorecerá la creación de empleos interesantes. Si todos tienen empleos interesantes, esto no será suficiente para retener a esos empleados y habrá que volver a la etapa anterior de grupo social.
Eso es un gran desafío que la empresa que la empresa está cambiando muy rápidamente los empleados pueden cambiar muy rápido. Es necesario saber cómo creamos esa fidelización del empleado hacia una organización que le va a mantener 4 ó 5 años. No es posible. Yo mismo trabajé en McKinsey & Company durante 2 años, pero existía una gran fidelización, incluso se ha mantenido después de mi marcha. Esa fidelización se debía a los desafíos y cambios que se producían en el trabajo durante los años que estuve como consultor.
Actualmente existe una especia de moda de la ‘apuesta la innovación’. En muchos casos se liga, casi exclusivamente a acciones de ‘modernización’ tecnológica ¿sigue vigente una visión reduccionista de la innovación?
Totalmente de acuerdo. En particular en los gobiernos, eso en Europa tenemos la gente de Lisboa. Los gobiernos se han comprometido a aumentar la parte de I+D. Muchos se han comprometido a aumentar el número de ingenieros y científicos, pero esta es una visión muy estrecha de la innovación, que es una actividad muy amplia.
Estuve en el Museo Reina Sofía y me quedé muy presionado que un grupo de una clase de 20 niños de 8 años estaban en frente de una pintura abstracta enorme, y la profesora le preguntaba que le sugería el cuadro, les puso delante para saber cómo reaccionaban. Esa situación me encantó sería horrible que en lugar de utilizar esa aginación de los niños, les enseñaran tecnología y ciencias y sumas… ¿ qué hay que abandonar la riqueza humana?
La innovación es una de las vías claves para salir de la crisis, paradójicamente, nunca como en estos tiempos de crisis el empleado está tan amenazado, ¿no se está sacrificando la salida real de la crisis una salida rápida?
Es parte de la teoría que desarrollo en el libro. No creo que mejorar el nivel de innovación sea la solución definitiva.
El mundo de Occidente se enfrenta a grandes problemas y se piensa que si aumentamos el I+D vamos a salir mágicamente de la crisis tenemos un sistema bancario que no funciona, problemas presupuestarios serios y cambio clático. A lo mejor se puede solucionar el cambio clático pero no los otros dos problemas. Pienso que desarrollar políticas de innovación en algunos casos es una pérdida de tiempo.
Seguiremos Informando…