En representación a los más de 26.000 afectados alguna enfermedad cardiovascular, más de un centenar de Pacientes se reunieron estos días en Marbella para solicitar una mejor atención sanitaria. Actualmente, la falta de cardiólogos, los diagnósticos tardíos, la ausencia de centros de rehabilitación cardiaca y la escasa investigación y sensibilización dificultan la prevención y el abordaje de estas patologías.
Más de dos millones de españoles, lo que representa el 5% de la población, se ven afectados alguna enfermedad cardiovascular. En nuestro país, CONESPACAR (Confederación Española de Pacientes Cardiovasculares) representa a unos 26.000 afectados y, con el apoyo de la biomédica Pfizer, reunieron en Marbella este fin de semana a cerca de 50 asociaciones y 150 Pacientes de toda España.
Durante estas jornadas, CONESPACAR estableció unos objetivos prioritarios: 'que se mejore la educación médicosanitaria y que se facilite el acceso a centros de rehabilitación cardiaca'. En definitiva, prevención y accesibilidad. 'Los afectados cardiovasculares nos encontramos en una posición de total desventaja y desatención frente a otras enfermedades que cuentan con una dotación mucho mayor de recursos', apunta Plácido García Rollán, presidente de la Confederación, lo que 'es básico que el paciente tenga una educación médicosanitaria para que aprenda a vivir con su enfermedad e intente superarla día a día. Y para ello es fundamental estar informado'.
Estas enfermedades constituyen 'la prera causa de muerte en España: un 43% de las mujeres, frente al 31% de los varones', explica Francisco J. García Pascual, director de Comunicación y Relaciones Profesionales de Pfizer, laboratorio con el que ha contado CONESPACAR para llevar a cabo estas jornadas. Según explica el Dircom, 'las más frecuentes son la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular, patologías de gran pacto en nuestra sociedad', y de ahí que 'desde nuestra compañía' se apoyen 'este tipo de iniciativas que contribuyen a divulgar y sensibilizar a la población'.
Respecto a la rehabilitación, apunta Plácido García que 'además de ser un derecho reconocido la Organización Mundial de la Salud, existen diferentes estudios que han demostrado que las personas que han sufrido una afección cardiaca y hacen rehabilitación posterior tienen un 60% más de probabilidades de vivir'. Dicha rehabilitación pasa 'seguir unos hábitos de vida más saludables pero, sobre todo, el apoyo psicológico tanto de profesionales como de familiares'.
La creación de la tarjeta electrónica sanitaria, donde esté incorada la historia del paciente, alcanzar el número de cardiólogos habitante que recomienda la OMS y contar con la figura del Defensor del Paciente en cada una de las 17 comunidades autónomas son otras de las demandas de este colectivo.
El estrés, la mala alentación, el tabaco y el consumo de alcohol son algunos de los hábitos que incrementan el riesgo de sufrir un problema cardiovascular. 'Pese a ser enfermedades con un tante pacto social y económico y causar dos veces más muertes que el cáncer, la población aún no está lo suficientemente sensibilizada'.