Valencia. 600 farmacéuticos jóvenes más acompañantes y sólo 4 periodistas sanitarios. ¿Qué es lo que puede pasar durante 3 días de jornadas farmacéuticas?. Lo que se preveía como un evento más en el que expertos juristas, reputados farmacéuticos y políticos de todo signo iban a aclararnos lo que pasa en Europa, y cómo se están llevando a cabo las negociaciones dentro del seno de la Comisión de Interior (donde McGreevy pretende acabar con el modelo de farmacia actual) acabó siendo una velada completamente diferente…
Prer Día: Llegada a la estación de tren de Valencia donde nos encontramos con el tercer periodista que acude a la Jornada, el cuarto llegaría justito para la cena. Tras debatir si íbamos andando o en taxi al hotel (parece ser que el mes de Mayo y en Barcelona se interpretan bastante mal las indicaciones del Google Maps y lo que aparentemente está cerca, en realidad está a 4 kilometrazos como 4 soles) ganó taxi 1 andar 0. Llegada al hotel, checkin y descanso en la suite que Hefame nos había reservado.
Tras la ‘Operación Glamour' varios autocares nos esperaban dispuestos a llevarnos a L'Hemisferic, en donde un castillo de fuegos artificiales, un breve discurso parte del presidente de Hefame, Antonio Abril, y un miembro del Comité organizador dio paso a una cena que sólo puede calificarse de exquisita. Un grupo de tenores y barítonos amenizaron la velada con diversas piezas operísticas y del género chico, pero la que más pactó a los invitados e hizo que todos levantásemos la copa de cava fue el entonar el brindis de ‘La Traviata' al unísono (aunque entonar es sólo un decir, más bien tarareábamos).
En la cena mientras los 4 periodistas y la Directora de Comunicación de Hefame nos poníamos al día en chismes, noticias, análisis del sector farmacéutico y un ‘hay que ver como está el tema del trasvase del agua', el resto de las mesas aprovechaban para conocerse e intercambiar emails. Se estaba germinando el fin últo del congreso Farmajoven: la unidad.
Fin de cena y búsqueda de bar de copas. Boticarios un lado y periodistas otro, no ser separatistas, sino que 596 boticarios son más que suficientes para llenar un local. Fin de noche, a la cama a dormir. Mañana comienza el día largo.
Segundo Día: Caras de sueño en el restaurante del hotel. Sorprende el grado de ‘arreglo' que llevan los jóvenes farmacéuticos para una jornada que se prevé larga. Aunque muchos fueron andando al L'Oceanografic la mayoría optó ir en autobús. Allí comenzaron las ponencias en el Auditorio Mar Rojo, que se distingue de los demás gracias a una piscina, situada en el escenario, que alberga una amplia y colorida variedad de pececitos.
Un anador con aires de telepredicador americano comienza a hablar de la tancia de la marca y cómo aplicar los atributos que ésta nos ofrece a nuestra propia vida. Ponencias a cada cual más interesante salvo una excepción. Lo que pretendía ser una explicación de una de las ventajas que Hefame ofrece a sus asociados, se quedó en una mera charla sobre las bondades de una empresa que ofrece tecnología móvil, cuyo nombre vamos a obviar. (Bastante autobombo hubo en Valencia).
Después, una deliciosa comidacoctel, aunque sin café, ese gran aliado de ruedas de prensa y convocatorias varias.
En búsqueda de tan preciada bebida nos aventuramos a bajar al restaurante con cierta ansia de cafeína. La sorpresa llegó cuando el maître nos avisó que no nos podría servir el líquido negro que molestaríamos a los comensales, ya que el resto de los participantes en la Jornada querrían itarnos. ( Normal, ¿a quién se le ocurre no poner café en una comida?). Nuestro gozo en un pozo y de vuelta al Mar Rojo, con sorpresa incluida: camisetas de tres colores diferentes y un ambiente de lo más anado.
El anador (esta vez sin aires de telepredicador) nos invitó a ponernos las camisetas y nos dividiéramos en tres grupos (blancas en el escenario, marrones en el centro y azules a los lados del auditorio). Después, repartió distintos instrumentos entre blancos y azules. A lo marrones les tocó la parte vocal. Todo ello con un objetivo, conseguir que 600 personas interpretaran en un plazo de una hora, una canción de los Beatles, con coreografía incluida.
Con más risas que fallos, los tres estudiantes del Conservatorio llegados al lugar para enseñarnos cómo llegar a la Armonía musical partiendo de la nada, consiguieron que a las malas pudiéramos entonaresta vez sí la famosa canción de George Harrison ‘Here Comes the Sun'. 600 personas tocando cencerros, cajas chinas, platillos, cajas de ritmo, bongos, cantando y bailando a la vez. ¡Todo un espectáculo!
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La cena de clausura en la Masía de Xamandreu, excelente, estuvo amenizada un mago y no le faltó detalle. Por no faltar, no faltó ni el café… Después copas y bailoteo en la Masía.
Tercer Día: Circuito de Cheste. Por la mañana, y tras el desayuno, los autobuses esperaban para llevar a unos al circuito de Cheste y a otros a una experiencia Copa América. Los periodistas vivieron la Experiencia de Tierra lo que no podemos contaros qué pasó en alta mar…
En el circuito Ricardo Tormo, diversas actividades de conducción organizadas la escuela de Luis Clent. Aprendos a esquivar conos, a frenar con o sin ABS, a evitar el aquaplanning… montamos en karts, minotos, todoterreno y hasta en globo.
Además de la excelente organización llevada a cabo Hefame y el comité organizador, que se preocuparon en todo momento de que a ningún miembro del congreso le faltara de nada, no podemos cerrar esta crónica sin decir que es posible divertirse y aprender nuevas cosas sobre la Distribución Farmacéutica, el modelo de farmacia y cómo los agentes plicados están inmersos en una lucha diaria para que todos podamos seguir beneficiándonos de este sistema que sólo quiere el bienestar del paciente.
