En el mundo no existe escasez de agua, pero cada tres segundos muere un niño falta de éste bien de prera necesidad. Los conflictos originados el agua son una invención, y sin embargo muchos auguran que será la causa de otra guerra mundial. Frente a este problema del que todavía se sabe poco, en parte el escaso seguiento que hacen los medios de comunicación, el coordinador de la ONU para el decenio internacional del agua, Carlos Fernández Jáuregui, puso sobre la mesa la realidad de este problema durante el IV Congreso de Periodismo Sanitario celebrado en Zaragoza.
'En el mundo hay agua para todos; no se puede decir que haya escasez'. Así comenzó Fernández su intervención ante el asombro y la incredulidad de los presentes, aclarando que el problema de las diferencias en el reparto de los recursos no proviene del agua sino de la falta de infraestructuras de servicios.
¿Por qué esta escasez de infraestructuras? La principal culpable es la política de transferencias de las competencias acerca de los recursos hídricos, provocando que la gestión se deteriorara y desapareciera en muchos lugares. Así, planteó que la política de recursos hídricos se desarrolle contando con los políticos, la sociedad y los técnicos, adoptando medidas que sean útiles a largo plazo.
La consecuencia más dramática de esta mala gestión ha sido la falta de agua para millones de personas. Esto se traduce en que cada tres segundos muere un niño alta de higiene o de agua en el mundo, y todos los días fallecen cerca de 6.000 personas diarrea.
Entre estas macrocifras, también se encuentran datos desalentadores en la Europa desarrollada. Según Fernández, 100 millones de personas carecen en este continente de acceso a saneamiento básico, sobre todo en las zonas rurales.
Asismo, calificó de ‘falacia' la afirmación de que ‘el agua es una fuente de conflictos', ya que, según el experto, ‘siempre ha sido fuente de cooperación', como el caso del acuerdo de Camp David, con el que los firmantes llegaron a la paz tras pactar el reparto de los recursos hídricos en la zona.
En este punto acusó a los medios de comunicación de ‘manipular la información' y presentar la cuestión del agua ‘como una guerra'. Según este experto, sólo se escriben noticias negativas ‘que es lo que vende', cuando en realidad es un elemento que promueve la cooperación.
En este sentido, Fernández denunció esta práctica de los periodistas, y lanzó a los asistentes varias preguntas para que se interrogasen ellos mismos sobre su trabajo. ¿No es la prensa cómplice de este problema? ¿No debería estar al lado de los más débiles?, aseveró, al tiempo que les anó a que fomentasen desde sus medios el descenso del consumo de agua entra la población.