La Fundación Renal ALCER y la Red de Investigación Renal (REDinREN) perteneciente al Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Ciencia e Innovaciónhan acordado crear un servicio de información a los donantes de muestras al Biobanco para que los propios representantes de los pacientes puedan complementar la información atada el médico y sobre todo dudas que los posibles donantes del Biobanco tengan una vez abandonada la consulta del médico.
Para llevarlo a cabo, dos representantes de la Fundación Renal ALCER serán formados en el Biobanco en aspectos como qué es un biobanco, cómo se hace la recogida y transte de muestras, su clasificación y etiquetado, la crioconservación, medidas de seguridad y la utilización científica que se le está dando a las muestras. Una vez instruidos, atenderán las demandas de los pacientes que requieran información.
En este sentido, el Coordinador General de la REDinREN, Rafael Selgas, ha apuntado que el Biobanco representa ‘un salto a la modernidad científica', al pasar a una investigación ‘organizada y bien financiada' a través del Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Ciencia e Innovación. También ha señalado ‘la necesidad de transmitir la información científica a los pacientes', actividad científica que se desarrolla desde el Biobanco.
En la misma línea se ha mostrado el director del Biobanco, Manuel Rodríguez Puyol, quien a subrayado que ‘los verdaderos artífices del Biobanco son los pacientes', que al fin y al cabo los científicos trabajan ‘con sus muestras'. Por eso los pacientes ‘tienen que tener un espacio en la vida cotidiana del Biobanco'.
Por su parte, el presidente de la Fundación Renal ALCER, Alejandro Toledo, ha calificado este acuerdo de ‘hito' y ha afirmado que ‘no hay precedentes' de una acción como esta. ‘El acuerdo firmado demuestra que el Biobanco está hecho desde los enfermos y para los enfermos', ha señalado.
El Biobanco, el prero de España y segundo de Europa, es un centro al que los 26 grupos de investigación y asociados de la REDinREN envían muestras biológicas para que 224 científicos investiguen interconectados, rompiendo así la tendencia del pasado de hacerlo cada uno su cuenta.