Todas las empresas tienen costumbre estudiar los mecanismos de evacuación de sus puestos de trabajo ante una situación de crisis, sea cual fuere la agresión externa que se padece. Un incendio o cualquier riesgo asociado a la seguridad y salud en el trabajo es evaluado los expertos para ver cómo se puede reaccionar de manera eficaz e inmediata.
Se da supuesto en el ámbito sanitario un hecho no comprobado. La medicina de urgencias tiene unos comtamientos matizados y protocolizados. La actuación para darle sote vital a los pacientes 'shockados' la manejan con solvencia los servicios de urgencias hospitalarias, demostrando cada día que ese otro indicador de calidad asistencial es fundamental para preservar adecuadamente nuestras vidas.
Recuerdo hace poco tiempo la satisfacción que tuve cuando cayó en mis manos un compendio de 'Medicina de urgencias: Guía terapéutica', de los doctores Jénez Murillo y Montero Pérez. Ahora, vuelve a darme un vuelco el corazón al comprobar que acaba de aparecer la 'Guía del manejo del shock en Urgencias', un libro prescindible en el quehacer de los médicos que atienden este trastorno. Es el resultado de más de seis años de trabajo de un grupo de profesionales de la SEMES (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias), coordinado la Dra. Ana M. Navío.
La experiencia activa en los Servicios de Urgencias extra e intra hospitalarios de los autores del libro permite orientar sobre los aspectos fisiopatológicos de los distintos tipos de shock, la labor diagnóstica a desarrollar y la toma de medidas terapéuticas inmediatas a instaurar.
Como reconoce la coordinadora de la Guía, 'uno de los aspectos más innovadores e interesantes que ata este manual es que instruye sobre el diagnóstico de este tipo de trastorno, algo esencial en nuestro medio'. Así, se insiste en la tancia que tiene la ecografía y, concretamente, la que se lleva a cabo con equipos tátiles. Aunque en nuestro país no existen datos concretos sobre el pacto sociosanitario de este trastorno, se esta una mortalidad asociada del sesenta al cien cien.
En la vida diaria, en el trabajo, en los hospitales, en la urgencia y en la emergencia, es muy otuno estar al día. Porque la característica más tante del shock es su condición de previsible y, sobre todo, de que muchas causas pueden ocasionar el mismo pacto, drama o idéntica emergencia.