El tabaco se cobra más de 50.000 vidas al año en nuestro país y es considerado un factor de riesgo cardiovascular clave debido a su elevado pacto en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Asismo es un factor de riesgo modificable y reversible ya que al dejar de fumar disminuye el riesgo rápidamente ‘que causa numerosos infartos agudos de miocardio y muertes cardiovasculares', matiza el Dr. Esteban López de Sá, secretario de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
‘El tabaquismo supone la causa prevenible de mayor mortalidad en el mundo y está directamente asociado a las patologías cardiovasculares', añade el secretario de la SEC. Además, es uno de los cinco principales factores de riesgo cardiovascular, junto a la obesidad, la hipercolesterolemia, la diabetes y la hipertensión.
Un estudio de la Universidad de Cambridge concluye que llevar una vida saludable no fumar, beber vino de forma moderada, comer 5 ciones de fruta/verdura al día y no tener una vida sedentaria está relacionado con la posibilidad de vivir hasta 14 años más que una persona que no tuviera estos hábitos. ‘Aunque se trata de un estudio observacional y puede tener sus litaciones, se viven más años y mejor cuando se mantienen hábitos saludables', destaca el Dr. López de Sá.
Por su parte, otro trabajo escocés incide en los claros beneficios que supone dejar de fumar. Este estudio prospectivo muestra una disminución de un 17% en la incidencia del infarto agudo de miocardio entre la población, tras la entrada en vigor de la ley antitabaco.
El estudio escocés demuestra que las acciones que la Administración pone en marcha en cada país son determinantes a la hora de lograr una disminución del consumo de tabaco. En el caso de España, la Ley 27/2005 de Medidas Sanitarias frente al Tabaquismo instaurada hace tres años ‘sí tiene algún efecto, aunque no todos los deseados', señala el Dr. López de Sá. ‘España no cuenta con una ley especialmente restrictiva, pero lo realmente triste es que no se hace cumplir. Lo principal no es modificar la ley, sino hacerla cumplir', concluye el secretario de la SEC. Otra de las medidas políticas más efectivas es la subida del precio del tabaco, de hecho, varios estudios demuestran que cada 10% que sube el precio de tabaco, baja un 4% su consumo, y hasta un 8% si se trata de países de bajo nivel adquisitivo.
En últo lugar, prohibir la publicidad que fomenta el consumo de tabaco y promover que la Administración financie los tratamientos para dejar de fumar económicamente es más rentable que asumir los gastos de los problemas derivados del tabaco son también medidas efectivas que logran reducir el consumo de tabaco en la población.