‘Cáncer colorrectal. Cuestiones más frecuentes' es un manual realizado entre profesionales sanitarios y pacientes que ha sido pulsado la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el Grupo de Tratamiento de Tumores Digestivos (TTD) y Roche, con el objetivo de resolver las dudas de los pacientes y de sus familiares en torno a esta enfermedad que supone la segunda causa de muerte cáncer tanto en hombres como en mujeres.
El libro, presentado con motivo del mes europeo del cáncer colorrectal, que celebra su Día Europeo el próxo 31 de marzo, pretende servir de guía tanto para los enfermos como a sus familias y extensión a la sociedad en general ya que el libro aborda diversos aspectos de la patología en tres grandes apartados. El prero de ellos, bajo el título ‘Información y relaciones de los pacientes' aborda cuestiones como las características de este cáncer y los tipos de tumores, los factores de riesgo que predisponen a padecerlo, el mejor método para detectarlo de forma precoz o las consecuencias psicológicas de la enfermedad. En segundo lugar se exponen los tratamientos existentes para combatirlo. Los dos últos apartados afrontan la calidad de vida y la supervivencia de los enfermos.
El vicepresidente de Europacolon España profesor de Psicología de la Universidad de Zaragoza que ha superado este tumor, Carlos Hué, señaló que la idea del libro, que comenzó a desarrollarse hace dos años, ‘surge como una necesidad' que cuando se detecta la enfermedad el paciente ‘no es capaz de reaccionar'. Así, el manual responde de forma ‘clara y cercana' a sus preguntas acerca de qué es lo que puede pasarle o qué debe hacer.
En este sentido abogó ofrecer tanto a los enfermos como a las familias, que en ocasiones sufren más que los pacientes, información veraz, cercana y permanente que les permita afrontar la situación durante toda la enfermedad, que afecta a cerca de 25.000 personas de las que fallecen alrededor de 12.500. Además hizo hincapié en la actitud del paciente ante la vida que también condiciona la enfermedad.
Por otro lado, señaló las dificultades para detectar de forma precoz este tumor a los hombres que ‘no tienen hábitos de prevención' y además cuando se les diagnostican, en la mayor parte de los casos, son varones de 50 años que ocupan cargos de responsabilidad. Además sienten cierta vergüenza debido a que en cierta forma afecta a su ‘masculinidad'. La colonoscopia, principal técnica de detección, no favorece las reticencias de los pacientes y el momento no se espera que se modifique. Actualmente se está estudiando la colonoscopia virtual y la exploración de proteínas y antígenos en la sangre de las heces, pero todavía se encuentra en fase experental.
De este modo, se intenta acabar con el desconociento generalizado de la sociedad ante este tumor que según el miembro de la junta directiva del TTD y miembro del Comité Médico Asesor de europacolon España, Javier Sastre, especialmente en torno a los síntomas y las medidas que se deben adoptar para prevenirlo. Entre éstas destacan realizar ejercicio físico y apostar la dieta mediterránea, con abundantes frutas y verduras y pocas grasas, sobre todo las anales, con el objetivo de evitar el sobrepeso, causa también de otras enfermedades cardiovasculares.
El médico alertó que los síntomas que denotan la posible presencia de un tumor es el sangrado en heces, cambios gastrointestinales como diarreas frecuentes, progresivo estreñiento o una mezcla de ambas. Además también puede haber una disminución paulatina del peso. Ante estos síntomas, el paciente debe acudir inmediatamente al centro sanitario para descartar un tumor maligno, ya que si se detecta en los estadios iniciales de la enfermedad, antes de que el pólipo se convierta en tumor, existe un 90 ciento de posibilidades de curación mientras que el riesgo de tumor desciende en un 33 ciento.
El método de detección más tante es el cribado a través de un test de sangre oculta en heces, aunque este método sólo está plantado en algunas Comunidades Autónomas de forma experental dirigido exclusivamente a grupos de alto riesgo y no están preciso como los test de otros tumores que la sangre no siempre se encuentran restos. La colonoscopia es otra de las técnicas de detección pero resulta ‘invasiva y cara'.