La oficina de farmacia española padece un deterioro paulatino de su beneficio que no se ve frenado ni la reforma fiscal en vigor desde 2007 ni la apuesta la profesionalización tanto de personal empleado como de procesos de inversión en tecnología, formación o reformas que el farmacéutico realiza y que redundan en un mejor servicio para el paciente. Así se desprende del Informe Anual de Oficinas de Farmacia que ha elaborado la asesoría ASPIME y que este año cumple su déca edición.
Esta tendencia regresiva en el margen neto de las farmacias se observa en todos los tipos de boticas, desde las que menos facturan (hasta 300.000 euros/año) hasta las que más (un máxo de 1.200.000 euros/año), según explica uno de los socios de ASPIME y autores del informe, Juan Antonio Sánchez. Sin embargo se aprecian algunas diferencias según hablemos de un tipo de farmacia u otra.
De este modo, las farmacias más pequeñas en facturación, las que embolsan unos ingresos de hasta 300.000 euros/año, han visto reducido su margen neto de beneficio debajo del 9%, según los datos de este Informe Anual de Oficinas de Farmacia que se basa en las declaraciones de IRPF y Patronio de los farmacéuticos del año 2007. Pero la cosa no acaba ahí sino que en los últos cuatro años (desde 2003 al citado 2007) los márgenes han bajado 7 puntos, recalca Sánchez. Con todo, estos farmacéuticos siguen apostando crear empleo, aunque empiezan a notar los efectos negativos que supone la aplicación del Real Decreto 5/2000.
En el segundo escalón se encuentran las farmacias que facturan entre 300.000 y 600.000 euros al año de media, que registran un descenso en su margen de un 8% y parecida es la situación de las farmacias situadas en un nivel intermedio (las que facturan entre 600.000 y 900.000 euros al año) que ven como su margen ha bajado también un 9% aunque lo más llamativo en el caso de estas boticas es que son las que más han notado la bajada del margen neto.
Asistentes a la presentación del Informe ASPIME |
En últo lugar se encuentran las farmacias que facturan entre 900.000 y 1.200.000 mil euros/año y las que sobrepasan esta cifra que tienen en común que ambos tipos sufren de manera muy drástica la aplicación del RD 5/2000 (hasta un total de 90.000 euros en el caso de las farmacias que facturan más de 1.200.000 euros/año).
Otro dato a tener en cuenta es que la farmacia española emplea entre 2 y 4 meses del año para pagar sus puestos y, a diferencia de otros colectivos empresariales, tiene una tasa de anticipación fiscal (vía pagos trestrales) de entre el 20 y el 40%, lo que lleva a los autores del informe a afirmar que la farmacia española es un contribuyente ‘de calidad y cantidad'.
En otro orden de cosas, cabe destacar la tendencia alcista que se viene produciendo en los últos años en el caso de las copropiedades de farmacias, que según los últos datos de 2007 se sitúa en un 17'34%.
A modo de conclusión, y para ofrecer una radiografía de lo que es la ‘farmacia tipo española', se puede afirmar que la farmacia media en nuestro país factura en torno a los 500.000 euros/año, de los cuales un 76% de esta facturación proviene de la venta de medicamentos de prescripción (SOE) y el 26'4% restante llega de la venta libre. En cuanto al margen, éste es de un 11'56% antes de los puestos y disminuye más de tres puntos (8'18%) cuando se aplican estos puestos, según comenta otro de los socios de ASPIME, Javier Besalduch que apunta, a tenor de estos datos, que el margen neto de las boticas ‘no levanta cabeza', puesto que no se producen repuntes positivos tantes y a pesar de que el farmacéutico sigue apostando un personal cada vez más cualificado y de que tampoco cesa la inversión en la propia oficina de farmacia.
De la misma opinión es Alberto García Romero, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid y que ha acudido a la presentación del estudio a los medios de comunicación, cuando dice que 'este informe confirma lo que los farmacéuticos venos anunciando'. Y es que el presidente de los farmacéuticos madrileños ha reconocido estar preocupado, sobre todo, el RD 5 /2000 que da 'muchos quebraderos de cabeza' al colectivo.