Ni la crisis económica, ni el aumento del precio de los cigarrillos, ni la ley antitabaco han conseguido que el número de fumadores descienda. Con la subida del precio del tabaco este año, el precio míno de una cajetilla en España se sitúa en una media de 2,65 euros. Aún así, sigue siendo un precio menor en comparación con la mayoría de los países europeos, una media del 36 ciento más barato. Esto significa que cada fumador que consuma una cajetilla al día va a gastar este año unos 967€. Gracias al ahorro económico que supondría dejar de fumar, un exfumador podría afrontar el pago de una cuota mensual de una hipoteca media de 790 euros.
La crisis económica no nos ha hecho dejar de fumar, pero sí cómo: de los 37,85 millones de unidades de tabaco de liar que se vendían en 2003 se ha pasado a 88, 18 millones de unidades vendidas en 2008, lo que supone un incremento de más del 200%. Pero esta cifra no debería llevar a engaño, ya que el consumo de cigarros sólo ha disminuido ligeramente en apenas un 2%. Respecto al tabaco de liar, ‘la solución en tiempos de crisis, los expertos aseguran que ni es más sano, ni produce menos daños, tal y como se piensa. El tabaco de liar contiene un 20% de aditivos de media frente al 10% del tabaco convencional. Además resulta mucho más perjudicial, ya que su consumo muchas veces se realiza sin filtro, siendo mucho más peligroso.
Las cuatro quintas partes del precio de una cajetilla corresponden a puestos (los especiales no pueden suponer menos del 57% del precio final) y al IVA. En datos del 2008, la carga fiscal de los cigarrillos en España se sitúa como media en el 77,63% del precio de venta al público, aunque resulta variable en función de cada marca.
