‘Se acabó el tiempo de juego’. ‘Somos la única democracia en el mundo que no garantiza la sanidad universal a sus ciudadanos’, ‘no soy el prero en asumir esta causa pero quiero ser el últo’. Estos son los titulares con los que abren hoy los principales diarios generalistas en España. Anoche el presidente estadounidense, Barack Obama, presentaba en la Cámara de Representantes su plan para establecer, de una vez todas, una sanidad pública universal que atienda a todos los ciudadanos igual. Sin embargo, a la sanidad privada no le gusta la idea…
La reforma sanitaria en Estados Unidos es un tema recurrente entre los demócratas que han asumido la presidencia en los últos 10 años, desde Bill Clinton hasta Obama. No obstante, siempre se han encontrado con la oposición de los republicanos que temen que esta sanidad pública encubra eutanasias y abortos, unas prácticas éstas que los conservadores estadounidenses han bautizado con el nombre de ‘Paneles de la Muerte’.
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La noticia, ya de sí tante, ha adquirido mayor relevancia si cabe el carisma que rodea al presidente Obama y este motivo la posible reforma sanitaria en Estados Unidos ha acaparado la atención en los principales tabloides europeos al otro lado del charco. Anoche fue el gran día y Obama se presentó ante un Congreso que no ve con buenos ojos la inversión millonaria que supondría reformar la sanidad, el coste que tendrá que asumir la administración y, sobre todo, su convivencia con los seguros privados, principal opositor y lobby poderoso en los pasillos de Washington.
Además, las ideas que se vierten en todos los medios de comunicación coinciden también con las expresadas el Congreso estadounidense ya que la prensa asegura que el presidente americano no tiene tan fácil sacar adelante su famosa reforma a pesar de tener mayoría en el Congreso, sobre todo que el presidente quiere consenso con el partido republicanos, algo que, se prevé, no va a pasar que creen que llega en el peor momento: la crisis financiera.
Detrás de la negativa de los republicanos se mueve la maquinaria millonaria de los seguros privados, que en Estados Unidos no conviven con el seguro público, a diferencia de lo que ocurre en otros países democráticos. Este grupo fuerte ve en la reforma, tanto, una merma en sus finanzas.
Barack Obama ha exprido su carisma y oratoria en esta gran reforma sanitaria y de la aprobación de ésta depende su rédito político. Los medios de Comunicación nos seguirán dando buena cuenta de todo lo que acontece sobre este asunto minuto a minuto.
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