Parece que la conciencia el reciclado y la colaboración activa luchar contra el cambio clático ha comenzado a calar hondo en la sociedad española, aunque, como todo, siempre puede ser mejorable. En el año 2009, la entidad Sigre Medicamento y Medio Ambiente ha recogido un 13,23% más de envases y restos de medicamentos que en el año anterior, un aumento considerable que ana a Sigre a continuar con su tante labor que comenzó en 2001.
Respecto a los datos puramente estadísticos, cada mes se recogieron de media 5,99 kilos cada 1.000 habitantes en los más de 20.600 puntos Sigre ubicados en farmacias del territorio nacional. Por Comunidades Autónomas lidera el ranking de reciclado Navarra con una media de 8,02 kilos/ 1.000 habitantes, le siguen Cataluña con 7,51 kilos, Aragón con 7,06 kilos y Murcia con 6,49 kilos. Por otro lado, aquellas Comunidades donde más se han incrementado estos datos en 2009 han sido: Canarias con aumento del 27,63%, Navarra con un 22,07%, Baleares con un 20,36 % y Asturias con un 17,83%.
Sigre también ha presentado junto a los datos recogidos en 2009, un estudio que refleja las costumbres de reciclado y la concienciación de la población española cuidar el medio ambiente. De este trabajo pueden extraerse las siguientes conclusiones:
8 de cada 10 españoles considera que con el reciclado se ayuda a luchar contra el cambio clático.
El 86% de los ciudadanos cree que los residuos de fármacos deben de recibir un tratamiento medioambiental específico y no deben tirarse de manera inconsciente a la basura o desagüe. Ese mismo centaje afirma que los efectos de la contaminación ya se hacen notar en España, como ejemplo, en esos cambios bruscos de temperatura que sufros en los últos años.
Los encuestados consideran que existen tres momentos clave para el reciclado de medicamentos:
1) Cuando se revisa el botiquín casero.
2) Cuando se acaba un medicamento y debemos acudir a otro nuevo.
3) Cuando se finaliza un tratamiento preescrito.
Respecto a este últo punto hay dos datos que resultan, cuanto menos, curiosos. Un 52% afirma que cuando acaban un tratamiento, si le sobran dosis las guarda en el botiquín, aunque un 73% considera que volver a tomarlos su cuenta y sin una consulta previa al profesional sanitario podría entrañar algún riesgo para la salud. Por desgracia, pese a estas estadísticas aún son muchas personas que deciden, su propia cuenta, tomar esos restos cuando vuelven a percibir síntomas silares a los que padecieron el día que se les recetó dicho fármaco, lo cuál podría entrañar consecuencias evitables si se hubiesen llevado a un punto Sigre.
En lo que si parecen de acuerdo los usuarios es en la ubicación de estos puntos en las farmacias, especialmente la cercanía entre éstas y sus hogares. ¿Conseguirán mantenerse o superarse estos datos durante 2010?
Seguiremos informando…
