Cuatro de cada cinco españoles (82%) perciben el tabaquismo como un estilo de vida. Esto es, algo que podría interpretarse como un estilo de vida insano, un hábito nocivo o incluso un vicio (creencia, errónea, muy arraigada hace años). Sin embargo, cuando se les pregunta específicamente sobre la adicción al componente de la nicotina, dos tercios (64%) se muestran más tolerantes y lo consideran una enfermedad. Son datos de una encuesta elaborada para una multinacional biomédica estadounidense.
La visión equivocada del tabaquismo como un hábito social que sólo requiere fuerza de voluntad para dejarlo es responsable de que actualmente poco más de un tercio de los fumadores (37%) no se plantee de forma activa la consulta con un especialista para abandonar el tabaco y que un 13% ni siquiera haya hablado del problema con su médico de cabecera cuando se le haya presentado la ocasión.
Si continuamos con el mismo estudio, se observa que el método más empleado para ayudarse (66%) es la fuerza de voluntad, vía que no funciona, ya que sólo un 3% de quienes lo han intentado de este modo siguen sin fumar al cabo de un año.
Los hechos son concluyentes y ponen de manifiesto que la alta tasa de fracaso en el abandono del tabaquismo, unido al uso exclusivo de la fuerza de voluntad como método más popular para dejarlo, revelan la necesidad de cambiar la consideración que se otorga a la nicotina y la dependencia del tabaco, de tal modo que deje de asociarse con un hábito social y pase a ser considerado una enfermedad crónica.
El mismo análisis demuestra que un breve asesoramiento parte de un profesional sanitario aumenta las posibilidades de éxito para dejar de fumar en un 30%, así como que el 61% de los fumadores se replantearían seriamente acudir al médico si el tabaquismo fuese reconocido una enfermedad. De todo ello se deduce que dar este paso es fundamental para ayudar a que cada vez más fumadores puedan dejar de serlo.
Quienes sí tienen muy claro que fumar es un serio problema de salud son los médicos españoles, según la misma investigación epidemiológica. El 97% de los facultativos ya lo considera una enfermedad crónica, una cifra muy superior a la de sus colegas de países como Reino Unido, donde sólo el 43% comparte este punto de vista.
Otorgar al tabaquismo el reconociento de enfermedad crónica sería pues, según los expertos, el prer paso para empezar a atajar de raíz este gran problema de salud pública. Este nuevo enfoque queda reflejado en la página web de vence al fumador, en la que todo fumador que quiera dejar de serlo puede establecer su perfil de deshabituación, elaborar su plan de cesación y motivarse para abandonar este hábito tan pernicioso para la salud.
Empieza ayudarte a ti mismo y consulta con profesional.
Mayka Sánchez
