En menos de una semana Pfizer ha convocado en dos ocasiones a los medios. Las razones, aunque muy diferentes entre sí, estaban justificadas. A finales de la semana pasada, un encuentro con el lado de la prensa sanitaria más próxa a cuestiones económicas se reunía con médicos y economistas en torno a la VII edición del Foro de Debate Social de la Fundación Pfizer. Y esta semana, un seminario para periodistas sobre enfermedades raras volvía a reencontrarnos con el equipo de Comunicación de Pfizer y su Dircom al frente.
Tras un leve percance que le mantuvo apartado de la vida pública, la cara de Pfizer parece tener ganas de establecer un diálogo con los medios lo más fluido posible, adoptando una estrategia de Comunicación basada en la ‘ayuda al periodista’, siempre necesitado de fuentes y de información de actualidad. Y precisamente son temas de rabiosa actualidad los que se cuelan en las convocatorias con las que García Pascual consigue sacar a los periodistas sanitarios de sus redacciones. No es un fármaco lo que nos venden. Sino información lo que nos ofrecen.
Pero generar información y colarse entre las noticias del día no es tarea fácil. Además de la labor del equipo de Comunicación de la compañía y su Fundación, que en menos de dos semanas presenta sus premios, también hay que tener presente la labor de sus agencias externas (Weber Shandwick, Berbés Asociados, Planner Media) que ya han notado la vuelta del Dircom.
Con la compra de Wyeth muchos auguraron cambios tantes en Pfizer. Algunos de ellos llegaron, pero en lo que a Comunicación se refiere parece que con la fusión de estos dos gigantes el equipo de Comunicación de España ha salido reforzado, muy probablemente debido a que la política de Wyeth en nuestro país ha sido menos efectiva, o no ha tenido un desarrollo tan notable.
Si algo está consiguiendo Pfizer es convertirse en referente para el periodista, y conseguir el tan ansiado feedback comunicativo con sus públicos, un paso que muchos equipos de Comunicación de farmacéuticas en España no se atreven a dar. No todo esto Pfizer escapa de las críticas y a las crisis. La Viagra puede ser un ejemplo de cómo un producto farmacéutico puede generar tantes quebraderos de cabeza a una compañía y a su equipo de Comunicación. Además de tener que lidiar con algún que otro periodista siempre dispuesto a incordiar, ya venga desde periódicos dedicados a las Fundaciones y ‘otras artes’, o desde confidenciales sanitarios. Pero la solución en Comunicación es precisamente esa. Comunicar.
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