Un artículo publicado en Internacional Journal of Neuroscience evidencia que una pequeña dosis de cafeína es suficiente para causar una leve mejora en la respuesta a los estímulos. Resultados silares se obtuvieron con otro trabajo aparecido en la revista Human Psychopharmacology. Se establecieron dos grupos: en uno había consumo de chicles con cafeína (300400 mg al día) y en el otro se administraba placebo, y se observó que quienes había mascado los chicles desarrollaron una velocidad de respuesta “notablemente superior” comparada con los participantes del grupo placebo.
El mecanismo de acción de la cafeína consiste en el bloqueo de los receptores de ciertas variantes de la llamada adenosina y que están ampliamente distribuidos el encéfalo. Esto genera incrementos moderados en la activación de los sistemas de neurotransmisión dopaminérgico, noradrenérgico, serotoninérgico y colinérgico, relacionado con incrementos en la atención y las capacidades de rendiento cognitivo, especialmente en situaciones deficitarias, como es la privación de sueño.
Todas estas bondades podemos hallarlas en bebidas tan populares como el café, según se ha dicho, y, supuesto, los refrescos de cola. Así que viva la cafeína, pero en consumo moderado (300400 mg/día).
Mayka Sánchez