- Sanidad se niega a incluir el tratamiento farmacológico para ayudar a dejar de fumar ‘falta de evidencias científicas’.
No hay duda, el tabaquismo es una enfermedad crónica que afecta a más del 30 ciento de la población mayor de 18 años sólo en España. Según las sociedades científicas, como la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) es la prera causa evitable de muerte.
Dura definición del tabaquismo para los millones de fumadores de nuestro país. Pero también para el Ministerio de Sanidad, que se enfrenta, de golpe y razo con casi 12 millones de enfermos a los que atender en el ya saturado Sistema Nacional de Salud. La plantación de la nueva normativa sobre el consumo de tabaco ha sido la chispa que ha encendido la polémica sobre los tratamientos para los fumadores.
Según expone la Organización Mundial de la Salud OMS ‘a los fumadores les resulta difícil abandonar su hábito sin ayuda, y se recomienda tanto la ayuda psicológica como la terapia farmacológica como vías para el tratamiento del tabaquismo, ‘y los sistemas de atención de salud de los países son los principales responsables de ofrecer el tratamiento para la dependencia del tabaco’. Otra versión muy distinta es la que se da desde el Ministerio de Sanidad, al que Prsalud explica que ‘la mayor parte de cesaciones en el hábito de fumar se producen sin ayuda y que las medidas con mayor costeefectividad son las reguladoras y las fiscales que en nuestro caso se están adoptando’.
Las recomendaciones de la OMS parecen haber sido obviadas el Ministerio de Sanidad a la hora de elaborar la nueva ley del tabaco, en la que esa ayuda queda totalmente indefinida. Por el momento, los titulares de sanidad se apoyan en un argumento discutible. Según fuertes cercanas al secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos declara que ‘no somos partidarios de introducir un tratamiento de manera generalizada en la cartera de servicios argumentando que no hay evidencia científica suficiente, de que de manera generalizada sea útil para cualquier ciudadano’.
Sin embargo, los estudios y datos sobre la eficacia de dos de los fármacos para dejar de fumar autorizados la propia Agencia del Medicamento (Vareniclina y Bupropión, ambos comercializados GSK y Pfizer respectivamente) contradicen las afirmaciones del titular de sanidad. En ambos medicamentos, que se dispensan bajo prescripción médica, la tasa de abandono ha sido de entre el 15 y el 20 ciento al año. Es precisamente este dato el que utiliza como baza el Ministerio para argumentar la falta de eficacia de los fármacos.
Sin embargo, los expertos son claros al respecto, y además de la ayuda psicológica, recomiendan el uso de fármacos en casos donde ‘el paciente está muy motivado’. En Navarra, Comunidad Autónoma donde el Servicio de Salud ofrece en su cartera de servicios el tratamiento farmacológico, explican a Prsalud que se ha observado un éxito de ‘hasta el 60 ciento’. Sin embargo, apuntan desde la propia Consejería de Sanidad, ‘cada persona recibe el tratamiento mas adecuado a su situación. Algunas personas no precisan tratamiento farmacológico y es suficiente con consejo sistemático y seguiento y apoyo parte del personal sanitario. Algunas personas reciben apoyo individual y otras, grupal’.
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