- La incidencia del Virus de Inmunodeficiencia Humana es cada vez menor: la mortalidad está bajando y los afectados tienen una buena calidad de vida. Los expertos advierten que sin un diagnóstico precoz no se podrá seguir avanzando para evitar la aparición de nuevos casos.
El tratamiento pide su multiplicación y la búsqueda de una pastilla única y eficaz es el reto de la sociedad científica.
Los números de infecciones VIH han ido progresivamente descendiendo con el paso de los años: nuevos medicamentos retrovirales han permitido a los afectados tener una calidad de vida igual que las personas que no lo están. Aunque para la Plataforma VIH en España, los datos actuales siguen siendo preocupantes: de los 50.000 casos que hay en España, el 30% no saben que son tadores del virus y estos, a su vez, son causantes del 54% de las nuevas infecciones que se dan cada año en nuestro país. Como indica el director de la Plataforma VIH en España, el doctor Josep María Gatell, el problema no es solamente de España, sino de Europa y del mundo entero ya que los datos de prevención siguen sin reducirse. ‘De cada tres pacientes, dos saben que tienen el virus y uno, no. Esto se debe a un diagnóstico tardío y, lo que tratamos de pedir es que el virus se multiplique y llegue a su estadio superior, es decir, al SIDA’.
‘El tratamiento frena la multiplicación de virus, pero mientras la sociedad no quede concienciada de los riesgos que supone la propagación del VIH, no podemos seguir avanzando hacia una solución que nos permita elinar completo este retrovirus y las enfermedades asociadas’, aclara el doctor Santiago Moreno, Jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal.
En la actualidad no existe una estrategia de diagnóstico precoz. Todo apunta a que el personal sanitario no sabe detectar con eficacia los síntomas del VIH. ‘Bastaría únicamente,prosigue el doctor Moreno con plantar el test del VIH en cada ocasión que el paciente se realice un análisis de sangre, atendiendo sobre todo a los grupos con mayor probabilidad de riesgo, como las embarazadas o los homosexuales y prestando especial tancia a los heterosexuales, ya que son los causantes del 60,3% de los nuevos casos que se detectan. El problema reside en que no hay definición para llevar a cabo estas pruebas y mientras el test siga siendo voluntario, no podremos detectar aquellos posibles tadores’.
El gasto económico y la inversión que se hace en sanidad es otro de los hechos que más preocupa a los especialistas. El 9% del PIB de los españoles va destinado al área de salud, donde una cuarta parte es sólo para fármacos. Como apuntaba Pablo Lázaro, Director de TAISS, ‘si se invierte bien podemos reducir el gasto del 17 al 13%, ya que, como en otras muchas patologías, los recursos son litados y el coste del tratamiento elevado. Además, la creación de una vacuna contra el VIH y la posibilidad de una pastilla única que evite la sobredosis del paciente, ayudará a que los costes económicos se vean reducidos poco a poco.
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