Una vez que surge el embrión de la fusión entre el óvulo y el espermatozoide en las trompas de Falopio, le queda un camino descendente hasta llegar al endometrio o pared interior que recubre el útero y donde anidará de 38 a 40 semanas, más o menos, si todo sigue su proceso fisiológico.
Cuando este fenómeno no se consigue los cauces naturales y es necesario recurrir a las técnicas de reproducción asistida, la acupuntura ha demostrado que ayuda a reducir el estrés que, en ocasiones, genera la infertilidad y que, como demuestran muchos estudios, puede repercutir negativamente en la consecución del embarazo.
Desde 2009 la madrileña clínica de fertilidad Ginefiv dispone de una unidad propia de acupuntura. Se observa en numerosos casos que mujeres sometidas a tratamientos largos de fertilidad que las emociones negativas prolongadas en el tiempo puede provocar, entre otros trastornos, amenorrea (falta de regla) o alteraciones en la producción de hormonas. Sin embargo, la paciente que se trata con acupuntura deja de centrarse u obsesionarse con el problema para captar otras sensaciones corales, lo que a largo plazo reduce el grado de ansiedad y le da paz para disfrutar de otras cosas hermosas del momento y, facilitar e logro del embarazo.
Mayka Sánchez