Es sin duda la bebida más socializadora en una gran número de países, entre ellos España. Se alude al café para crear una tante reunión de negocios, para aclarar dudas cuando se han producidos malos entendidos, cuando los amigos o las amigas se los “montan” su cuenta, para ligar, para una prera cita a ciegas… Es un maravilloso comodín que vale para todo y encaja a cualquier hora, si bien es cierto que a unas mejor que otras.
De hecho el 79% de los españoles reconoce que emplea la expresión “quedar para tomar un café”, independientemente de que luego se pida o no. En el desayuno el café es el rey; le sigue pisándole los talones la sobremesa tras la comida o almuerzo. Estas son algunas de la principales conclusiones del estudio “Hábitos y actitudes de los españoles frente al consumo del café”.
La gran mayoría de los españoles (84%) comienza el día con una taza de café y el 57% reconoce que “no es persona” hasta que no la toma. Lo establecido como saludable la comunidad médica es de tres o cuatro tazas diarias. La mayoría de los consumidores sabe que el café mejora la capacidad de alerta y de concentración, pero desconoce el papel protector que su consumo moderado puede desempeñar frente al riesgo de desarrollar Parkinson, Alzheer, diabetes y ciertos cánceres. Es también un antioxidante.
La edad de inicio de los españoles para tomar café suele ser en la etapa universitaria (34%) y generalmente fuera de casa, pero también hay un gran grupo (29%) que se familiarizó con él en la infancia y, tanto, en el hogar.
Por su envolvente aroma y su seductor sabor y, supuesto, sus mil y una formas de prepararse, ¿a quién no puede gustarle el café.
Mayka Sánchez